Laura Rodríguez Directora de Marine Stewardship Council en España y Portugal

Laura Rodríguez, Directora de Marine Stewardship Council en España y Portugal: «Es fundamental mostrar cuál es el impacto positivo de la apuesta por la sostenibilidad»

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Laura Rodríguez Zugasti dirige desde 2010 la oficina de Marine Stewardship Council (MSC) para España y Portugal. MSC es una ONG internacional creada con el objetivo de poner fin a la sobrepesca a través de un programa líder en certificación y etiquetado de pesca sostenible. El trabajo en MSC se enfoca a promover la sostenibilidad ambiental en el sector pesquero y la cadena de valor de productos del mar, desarrollar iniciativas en colaboración con administraciones públicas, ONGs y comunidad científica y la educación ambiental y sensibilización a la ciudadanía sobre la conservación de los océanos en España y Portugal.

Anteriormente, trabajó durante 12 años en comercio justo, primero en la fundación Solidaridad Internacional y posteriormente en la cooperativa de Economía Solidaria IDEAS. En esta última desarrolló de manera pionera un programa de compra responsable dirigido a la integración de criterios éticos y sociales en la compra pública y privada. 

A través de este programa se desarrollaron guías formativas para responsables de compras y proveedores, se trabajó en la capacitación de gestores de la administración nacional y diversas administraciones regionales y se trabajó en la incorporación de criterios éticos y sociales en la contratación pública estatal y europea.

Rodríguez Zugasti es licenciada en Derecho y diplomada en Empresariales por el CEU San Pablo (Universidad Complutense de Madrid). Máster en Abogado de Empresa. Es socia fundadora y miembro de la Junta Directiva de la asociación de directivas expertas en sostenibilidad, Woman Action Sustainability.

«El gran reto para los próximos años de la sostenibilidad va a ser la accesibilidad»

¿Está siendo el año 2023 un año para emprender proyectos sostenibles?

Sí, sin duda 2023 es un año para emprender y consolidar los proyectos sostenibles. La coyuntura, sin duda, es complicada pero la sostenibilidad es un enfoque ampliamente asumido por las empresas, las administraciones y de forma creciente por la ciudadanía. El incremento de regulación y reporting también genera una necesidad de profesionales, estándares y asesoramiento que contribuyen a que sea un sector al alza y con gran proyección.

¿Está siendo el greenwashing dejado de lado por las empresas ¿La sociedad y los clientes perciben el esfuerzo de las marcas por ser más sostenibles o creen que queda mucho por hacer?

En el ámbito de la sostenibilidad, hay diferentes niveles de desempeño. Las empresas más avanzadas son muy cuidadosas con que los mensajes sean coherentes con los datos y las prácticas reales. En el otro lado de la balanza, todavía existen muchas empresas que caen en mensajes más difusos que son más aspiraciones que hechos.

Un buen alineamiento entre los departamentos de sostenibilidad y marketing es básico para asegurar que los reclamos sobre sostenibilidad sean fundamentados y relevantes en el producto o servicio. En este sentido, la ciudadanía está muy receptiva a la información aportada por las marcas en relación con los impactos negativos y positivos de los productos que compran, pero, también, es exigente sobre la fiabilidad de la información. Esta mayor exigencia va a venir también demandada por la directiva europea de “green claims” que está actualmente en proceso.

En MSC cada dos años encargamos un estudio a la consultora GlobeScan para medir las percepciones del consumidor sobre los océanos y la pesca sostenible y constatamos que hay un cambio de hábitos hacia marcas más sostenibles. A la vez, hay una gran demanda de información y un 85% quiere que las empresas informen más sobre la sostenibilidad.

¿Qué opina usted?

Mi experiencia  de más de 25 años en la cadena de valor en España, especialmente en el sector de la alimentación, es que las empresas cada vez invierten más recursos en la función de sostenibilidad, pero hay un camino importante por recorrer en cuanto a los objetivos cuantificables y la medición de los progresos.

En relación con la ciudadanía, la sociedad es consciente de que hay desafíos globales y quiere ser parte de la solución. Busca marcas auténticas que permitan un consumo respetuoso con el planeta y las personas, pero no está dispuesto a pagar mucho más por las opciones más sostenibles (aunque los estudios indiquen lo contrario).

Creo que el gran reto para los próximos años de la sostenibilidad va a ser la accesibilidad, es decir, asegurar que los productos sostenibles no se vean penalizados por mayores precios respecto a productos que no aportan información al respecto. Esta cuestión de la accesibilidad, que está prevista en la estrategia Farm to Fork de la Comisión Europea, no está teniendo un desarrollo a la par que el desarrollo regulatorio en torno al cambio climático y la sostenibilidad y, desde mi punto de vista, es fundamental para asegurar que una parte amplia de la sociedad pueda sumarse a un estilo de vida más saludable y sostenible.

En lo que respecta  a la comunicación y marketing, creo que al consumidor le cuesta mucho entender qué opciones son mejores desde el punto de vista sostenible.. Las certificaciones y sellos son una herramienta muy útil  para trasladar el mensaje de sostenibilidad al consumidor, siempre que se basen  en ciencia y estén verificadas por una tercera parte.

«La misión de MSC es acabar con la sobrepesca en el mundo»

A lo largo de su trayectoria ha trabajado en diferentes sectores enfocados en la cadena de suministro, ¿ve grandes diferencias en forma y contenido en la manera de abordar la sostenibilidad de la cadena en todos ellos?

Siempre he trabajado en sectores muy dependientes de los recursos naturales (café, cacao; ahora, productos del mar) con cadenas de aprovisionamiento muy globalizadas y a la vez grandes riesgos de impactos medioambientales y sociales. Los estándares internacionales son una gran herramienta para avanzar en la cadena de suministro y logran conectar el sector productivo con el comercializador en torno a mismos objetivos. A la vez, creo que es importante conocer las realidades nacionales y tejer redes de colaboración a nivel local, no excesivamente dependientes de los mercados de exportación.

También, considero que es importante que las inversiones y los beneficios de la apuesta por la sostenibilidad se repartan de manera equilibrada a lo largo de la cadena de valor. En ocasiones vemos que los productores asumen gran parte de la inversión en mejoras, auditorías, planes de acción a largo plazo, y, sin embargo, ese mayor valor no se refleja en el precio pagado por los compradores.

En 2010 se unió a la ONG internacional Marine Stewardship Council para liderar el lanzamiento del programa en España y Portugal. ¿Cómo optimizan sus procesos para hacerlos más sostenibles?

La misión de MSC es acabar con la sobrepesca en el mundo y promover la pesca sostenible. Para este objetivo, España y Portugal son dos países muy estratégicos ya que cuentan con un alto consumo de pescado, una industria transformadora muy relevante y, especialmente, en el caso de España, una flota pesquera de gran importancia con grandes vínculos en África y América Latina.

A lo largo de estos 12 años de trabajo, he tenido la suerte de vivir  la gran evolución de la flota pesquera hacia la sostenibilidad. Se ha convertido en un sector muy proactivo que trabaja en colaboración con el sector científico y con una gran apuesta por la transparencia. Hoy en día, el 30% de las capturas de flota española se encuentran ya certificadas.

Además, trabajamos con más de 300 empresas en España y 60 en Portugal que están certificadas para comprar y vender pescado con el sello azul de pesca sostenible y con las principales empresas de distribución. El sector de la distribución es un actor fundamental para incentivar que más empresas y pesquerías se sumen a la pesca sostenible y, también, para facilitar al consumidor opciones de consumo responsable de pescado.

Por último, en MSC creemos firmemente en la educación e información para generar un espíritu crítico e involucrar a la sociedad como parte activa del movimiento de la pesca sostenible.

Es socia fundadora y miembro de la Junta Directiva de la asociación de directivas expertas en sostenibilidad, Woman Action Sustainability (WAS). ¿Qué planes tiene la misma organización para abordar los retos de la ODS?

WAS nace en 2020 con un doble objetivo: elevar la sostenibilidad a los principales niveles de decisión de las empresas y contar para ello con el talento profesional de las mujeres expertas en sostenibilidad.

Nuestra acción está relacionada con el ODS5 de Igualdad de género, pero va mucho más allá ya que las socias de WAS abarcan una gran variedad de sectores: energía, agua, cambio climático, biodiversidad, derechos humanos, educación, finanzas, sectores productivos, entre otros. La contribución de WAS es aportar una visión multidisciplinar, rigurosa y siempre con una llamada a la acción.

«El principal reto es cumplir la regulación en materia de reporte»

¿Cuáles cree que son los principales retos a afrontar por las empresas durante 2024 a nivel sostenibilidad?

Sin duda alguna, el principal reto es cumplir con la regulación en materia de reporte, due diligence, descarbonización, biodiversidad. Esto implica para las empresas  un análisis profundo de sus cadenas de suministro, capacidad para  cuantificar los impactos y establecer acciones concretas que aborden los riesgos. Aunque la regulación es obligatoria para las empresas en función de su tamaño, al final afecta a toda la cadena de proveedores y, por ello, va a requerir de las empresas, incluidas pymes, un mayor foco en cómo abordar los aspectos ESG.

Este nuevo escenario, desde el punto de vista de cumplimiento, es una gran oportunidad para que las empresas reduzcan riesgos, piensen con una visión a largo plazo y se fomenten alianzas precompetitivas dentro de los sectores empresariales.

¿Cuál es la clave en su sector para fidelizar a los clientes mediante la sostenibilidad?

La clave es generar valor. Este valor puede ser por mejor posicionamiento, acceso a nuevos mercados, reforzar el liderazgo, mejora de procesos, atracción de talento. También, es fundamental mostrar cuál es el impacto positivo de la apuesta por la sostenibilidad. Los océanos son un ecosistema muy resiliente, es decir en cuanto se reducen los impactos las poblaciones de peces se recuperan y contamos con numerosos ejemplos de pesca sostenible con poblaciones bien gestionadas y en buen estado de abundancia. Mostrar los resultados de ese esfuerzo colectivo anima a seguir en la misma línea.

¿Una palabra para definir 2024?

Para mí, sería persistencia. Mantener el propósito con constancia y visión a largo plazo.

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