Accenture y Shackleton han instalado esta mañana en el Digital Hub de Accenture Madrid Data Pro Quo, la máquina vending en la que los productos se pagan con datos y no con dinero. Este lanzamiento llega en un contexto en el que «todos los expertos teorizan sobre que los datos son la nueva moneda» y permitirá a los usuarios «comprar un smoothie con tu email, un snack respondiendo a dos preguntas de negocio y hasta unos airpods si completas un cuestionario».
Según informa la agencia Shackleton en una nota de prensa, ha colaborado para este desarrollo con el equipo de innovación de Accenture Interactive y con el Taller Kenal para la construcción de las máquinas. Además de con Evoca Group, compañía multinacional líder en el sector de las máquinas vending.
Además, es importante mencionar que sus desarrolladores aseguran que «todos los datos gestionados en la aplicación quedan alojados de forma segura y con acceso restringido en el servidor».
Máquina vending concebida para entornos B2B
La nueva máquina de vending Data Pro Quo está concebida para entornos business to business (B2B) y su objetivo «va más allá de hacer material el nuevo paradigma de los negocios y captar datos reales». Su funcionamiento es «exactamente igual» que el de cualquier máquina vending. El usuario elige el artículo que quiere comprar, pero no hay ranura para pagar con dinero en efectivo ni TPV para tarjeta.
«En su lugar encuentra una pantalla en la que debe responder a una serie de preguntas sencillas, aunque pensadas para que los datos obtenidos sean útiles y accionables», se detalla en el comunicado de prensa. Además, para esta máquina de vending para pagar con datos se ha diseñado una interfaz que ofrece «una experiencia de usuario fluida».
Por ejemplo, además de su email, la primera secuencia de respuestas incluye el rol profesional del usuario que, a partir de entonces, responde a preguntas diferentes según sea CEO, CMO, CIO, CTO, o CFO, entre otros… Las cuestionas van «desde elegir los tres principales retos que enfrentará en los próximos meses, hasta revelar en qué medida cree que su compañía los afrontará con la ayuda de terceros».
Data Pro Quo: máquina vending con 55 productos
Como recuerda la nota de prensa de la agencia Shackleton, «hasta ahora habíamos visto iniciativas aisladas en las que los datos se canjeaban por entradas en sorteos digitales o, incluso, por descuentos, pero nunca se había llegado tan lejos y evidenciar así su valor».
Esto cambia ahora con la máquina vending Data Pro Quo, que cuenta con un surtido de 55 productos (32 alimentos y bebidas, 13 referencias de papelería de diseño y 10 items de electrónica. Todos ellos están divididos en tres categorías de precio, A, B y C, que se corresponden con otros tantos grupos de preguntas.
Con motivo de la instalación de esta máquina vending en Madrid, el CEO de Shackleton, Pablo Alzugaray, ha afirmado que «está bien hablar de innovación y del valor de los datos, pero Data Pro Quo es, una vez más, comunicar con hechos.
Por su parte, Carmen López Muñoz, Managing Director de Accenture Interactive, asegura: “La experiencia es el nuevo campo de juego en el que se necesita diseño y creatividad, pero también estrategia de negocio, tecnología y datos. El uso de estos últimos en la toma de decisiones es fundamental. Por ello, hay que ir hacia un modelo cada vez más inteligente, tanto de operaciones como de procesos”.
El reto técnico que ha puesto diseñar Data Pro Quo
Para acabar, hay que mencionar que desde la agencia se explica que la creación de la máquina de vending Data Pro Quo ha supuesto un reto técnico dividido en dos partes.
Planteamiento de la interfaz de comunicación con el usuario
En primer lugar, destaca el reto que ha supuesto «plantear toda la interfaz de comunicación con el usuario a través de la pantalla táctil, con el sistema de preguntas y respuestas y la valoración de las mismas». Para ello, se ha dotado a la máquina de un servidor interno «que posibilita no solo almacenar la data obtenida, sino personalizar las preguntas, renovar el catálogo de productos y, en general, permitir una operativa flexible en cualquier contexto».
Para este interfaz front se ha trabajado con estándares abiertos y una base de datos gestionada por un CMS para poder personalizar los contenidos sin necesidad de programación. «Todo ello, con una capa de comunicación HTTP que envía las órdenes al elemento de control que se describe más adelante», agrega la nota de prensa.
‘Hackeo’ de la máquina y su control externo de la electrónica
El segundo reto para el diseño de la máquina de vending Data Pro Quo ha sido el de ‘hackear’ la máquina. «Es decir, tomar el control de la electrónica y la mecánica para hacerla trabajar bajo unas premisas para la que no ha sido fabricada». ¿Cómo lo han conseguido?
Según explica la nota de prensa enviada, lo han hecho «a través de procesos de ingeniería inversa, simulando la introducción de datos a través de un circuito hardware externo, el teclado matricial de la máquina recibe las instrucciones del precio logrado con las respuestas y el producto al que se quiere acceder, operando con la máquina de vending como si de una persona introduciendo datos en el teclado alfanumérico se tratase».
Este punto, concluye el comunicado, se consigue gracias a que «se ha aislado eléctricamente el circuito ‘hacker’ de la placa base de la máquina a través de optoacopladores para evitar bucles de masa y errores en la comunicación entre los dos elementos».