Para entender un poco sobre las CPU de núcleos híbridos en el mundo de los ordenadores y cómo aumentar su rendimiento, en primer lugar debemos comenzar explicando que este tipo de núcleo poseen un funcionamiento basado en el concepto de big, claves para el rendimiento de las CPU de núcleos híbridos.
LITTLE de ARM, en el que las tareas se dividen entre cotidianas, donde se usarán los núcleos de bajo consumo, y en tareas de alto consumo como los videojuegos donde se usarán una mayor potencia. Sin embargo, tampoco han dejado nunca cuales son los beneficios reales de usar esta técnica y es lo que intentaremos comentar hoy.
Otro término muy importante dentro de esta temática es comprender lo que es un ODM o Original Equipment Manufacturer, y que es un término hace referencia a aquellos productos que son totalmente diseñados por una compañía pero fabricados por otra diferente. El ejemplo más claro es el de arriba, con ARM, que diseñan pero no fabrican.
Cómo optimzar las CPU de núcleos híbridos
Volviendo al tema que nos atañe, es obvio que el objetivo principal de usar este tipo de técnicas es la búsqueda del aumento de la eficiencia dentro de las CPU. Ahora bien, el aumento de esta eficiencia no es siempre causante de un aumento en el nivel de rendimiento. Y ya cuando hablamos de rendimiento bruto en capacidades de computación mucho menos.
En este sentido también cabe destacar un hecho muy importante: utilizar este tipo de arquitectura interna dentro de una CPU donde se combinan, por así decirlo, núcleos grandes con núcleos más pequeños genera un mayor espacio físico en el propio procesador (en este artículo hablamos de los procesadores Intel de 11ª generación).
Lo que a su vez genera la posibilidad de incorporar un mayor número de núcleos dependiendo de cuál sea la finalidad de esa CPU en concreto (por ejemplo, para gaming). Pudiendo añadir un mayor número de núcleos pequeños si es que se van a realizar una mayor cantidad de tareas livianas con lo cual en definitiva pudiendo ejecutarse una mayor cantidad de tareas de forma paralela.
Continuando con esto último sobre la mayor cantidad de núcleos pequeños, podemos obtener otra gran conclusión, pues su utilización también puede servir para hacer más liviana la carga de trabajo que los núcleos grandes estén realizado. Por lo que de esta manera, cuando se realicen tareas que requieran un mayor rendimiento estos núcleos más grandes se dediquen en exclusiva a sacar su mayor potencial mientras los pequeños se encargan de las tareas más ligeras en segundo plano sin que interfieran unas con otras.
¿Cuánto rendimiento se puede ganar?
Teniendo en cuenta esta idea de los ODM, los diseñadores pueden realizar modificaciones en sus modelos para prescindir de estos núcleos más pequeños y hacer sitio a los más grandes. Con lo que realmente sí que se obtienen un aumento dentro de lo que viene a ser un mayor rendimiento bruto, claro está, a expensas de un aumento del consumo total necesario.
Pero no solo eso, muchos de los ODM, como ocurre en AMR (que es el ejemplo que estamos llevando a estudio) permiten modificaciones leves a sus propios diseños por los fabricantes para adaptar el producto a las necesidades reales de cada uno de sus clientes. Algo muy a tener en cuenta cuando hablamos de llevar a cabo la técnica de los núcleos híbridos.
Y ahora la pregunta del millón: ¿cuánto rendimiento se gana en comparación? Pues para ser honestos lamentablemente en la actualidad no existe apenas una cantidad considerable de CPU que posean los núcleos híbridos dentro del mercado, por lo que comparar cuantitativamente los resultados y con ello comprender en qué cantidad se aumenta el rendimiento.
El futuro con la arquitectura Lakefield
Además, como ya hemos comentado anteriormente estos resultados dependerán y variarán notablemente dependiendo de la configuración que se establezca de cada uno de los diseños que ofrecen los diferentes ODM en el mercado. Hay que entender que son ellos, los ODM, los que tienen la decisión final de incluir un mayor o menor número de núcleos de un tipo u otro dentro de este espacio “libre”.
Dicho esto, solo queda mencionar una última cosa sobre las CPU de núcleos híbridos y su aumento de rendimiento. La arquitectura Lakefield que está por llegar y que ha sido desarrollada por Intel, resultará ser el detonante definitivo que permitirá entender y comprender hasta qué nivel de ganancias, en términos de rendimiento y eficiencia, se pueden obtener a través de las estructuras híbridas.
Y ahora, ¿le apetece leer este artículo en el que hablamos de forma extensa de las mejores CPU para gaming, de varios núcleos, de marcas como Intel y AMD?
Jorge Ydoate. Postgraduado por EAE Business School en Comunicación, Patrocinio y Protocolo de Eventos Corporativos con minor en Neuromarketing. Un auténtico friki de las nuevas tecnologías y los ordenadores. Experto en el mundo del gaming para PC, donde he pasado media vida probando multitud de títulos principalmente en las categorías de MMORPG, ARPG, RTS, MOBA y FPS, y donde he tenido la suerte de poder clasificarme y competir en varios de ellos a nivel nacional e internacional a lo largo de la última década.