La aplicación de la tecnología en el proceso industrial y empresarial es una situación que está sujeta a continuos avances y mejoras durante las últimas décadas y cuyo margen de actuación se prevé amplio de cara al futuro. La inteligencia artificial es el concepto más reciente en el crecimiento tecnológico y su instalación en las empresas ha ganado protagonismo. Las ventajas son evidentes, pues la facilitación del trabajo y la optimización de los recursos son los principales resultados de una herramienta que puede suponer una revolución en las posibilidades de los métodos de producción.
Cómo la inteligencia artificial puede beneficiar a una empresa, independientemente de su tamaño, es el gran reto que se han marcado los desarrolladores de esta tecnología. Los beneficios ya se aprecian y pueden obtener cotas más altas durante los próximos años. Tanto en la obtención y el tratamiento de la información, como en la aplicación en el proceso productivo, los resultados son muy positivos. La IA también tiene influencia sobre los clientes y en el rendimiento y mejora de la calidad de vida de los empleados. El resultado final se traduce en una mejora de la productividad y rentabilidad. La inversión es rentable, pues es posible obtener mejores resultados en un tiempo menor.
Automatización de procesos
El uso de las máquinas y la robotización ha permitido ganar mucho tiempo en un ambiente laboral, pues los trabajos que antes se realizaban manualmente, ahora se llevan a cabo mediante sistemas automatizados, que mejoran notablemente el nivel de productividad. Los trabajos se programan y optimizan; y se requieren pocos recursos para obtener un resultado muy bueno. La IA ha potenciado esta idea, mediante la incorporación de procesos de robótica que agilizan el proceso.
Análisis de datos
El tratamiento de la información se ha mejorado notablemente a través de la tecnología, de manera que las empresas pueden recoger mayor cantidad de datos y traducirlo en ideas con una precisión mucho más alta que en las etapas anteriores. Esta aplicación incluye el desarrollo del producto y la relación con los clientes.
Apoyo a los empleados
La mejora en la calidad de vida de los empleados es otro de los beneficios que ofrece esta tecnología. Trabajos tediosos que antes se realizaban de forma manual, con el importante desgaste físico y mental que estos suponían para los trabajadores; ahora corren a cargo de las máquinas. El factor humano se puede reservar a otras tareas, que tiene también una función esencial. La creatividad, la innovación y el compañerismo son aspectos humanos que se potencian. La función de los empleados es la de gestionar las máquinas, poner las condiciones o trasladar estos avances a los compradores.
Fidelización y atención
La relación con el cliente es otro factor que se ve mejorado mediante la aplicación de la inteligencia artificial. Por un lado, la mayor disponibilidad de tiempo que dispone el empleado, gracias al trabajo que ahora desarrollan las máquinas, puede emplearse en una mayor atención hacia el exterior. Por otro, la propia IA puede aplicarse en las labores de asistencia y fidelización. Los sitios webs incluyen un canal de chat para que los internautas resuelvan sus dudas. Quien está al otro lado de la comunicación es un robot. Es el conocido como ‘chatbot’, que ofrece un servicio de asistencia virtual muy completo y en tiempo real. De esta manera, el programa puede responder a las dudas del público, ya que ha recibido una configuración previa que le permite ser una herramienta muy competente y resolutiva. El resultado es un trato mucho más personal y directo con los clientes.
Mejora en la productividad
Estos beneficios de la aplicación de la Inteligencia Artificial en una empresa tienen un camino común y general, que es la mejora en la productividad y la rentabilidad a escala general. Los trabajadores se ven apoyados por las máquinas, por lo que pueden aprovechar mejor su tiempo, para obtener mejoras e ideas para seguir el proceso de crecimiento. La empresa necesita menos recursos para obtener un mejor resultado; y la inversión inicial se ve rápidamente rentabilizada. Estos avances se aprecian, además, en el resultado final para el cliente, mucho más competitivo y ajustado a las demandas actuales, en un mundo donde la mayoría del público convive con la tecnología.
Ahorro de tiempo
La IA supone una aceleración de muchos procesos productos, por lo que ahora se requiere menos tiempo para obtener el resultado. Esto supone un importante avance para las posibilidades de la empresa en el mercado. Las máquinas inteligentes tienen, además, una alta capacidad para detectar sus errores y buscar soluciones, inmediatas y para aplicaciones futuras. De esta manera, se sigue un camino hacia la perfección en la que nunca se dan pasos hacia atrás. La Inteligencia Artificial es una tecnología que siempre está sujeta a mejoras y actualizaciones, por lo que el margen de crecimiento se mantiene alto en todo momento.