El e-commerce, o comercio electrónico, se refiere a la compra y venta de productos y servicios a través de internet, sin la necesidad de recurrir a canales presenciales. El comercio electrónico en Colombia no es ajeno a las tendencias mundiales y cambia a su compás.
Su implementación va más allá de una migración de las tiendas físicas al entorno en línea, porque requiere de estrategias de logística, medios de pago, cuestiones jurídicas y asuntos que no siempre fueron de gran importancia para el comercio tradicional: los empaques.
Según la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE), en el primer trimestre de 2021 las ventas en línea fueron equivalentes a $8.56 billones, una proporción que se incrementó un 44,3 % respecto a igual periodo de 2020, tal y como recoger América Retail.
Según el mismo medio, esa institución gremial de carácter privado es la encargada de promover y fortalecer la industria e-commerce o comercio electrónico en Colombia, a través de estrategias de formación para las empresas y la generación de información para entender las dinámicas de las compras y ventas en línea.
Desde lo público, el Gobierno del presidente Iván Duque aprobó un Conpes dedicado a impulsar el e-commerce o comercio electrónico, que fue pactado en diciembre de 2020, y trazó programas de capacitación para más de 3.900 mipymes y cerca de 20.000 empresarios y emprendedores.
La meta es que los negocios, de todos los sectores, aprovechen las oportunidades de las transacciones en línea. Incluso, la administración traza canales para que los campesinos, dedicados a la agricultura, encuentren oportunidades en este. América Retail recoge desde MinTic que uno de los objetivos de esa ruta del Ejecutivo es aumentar la confianza de los consumidores en las compras en línea. Y es que, si bien el comercio electrónico es una estrategia que ha evolucionado notoriamente en las grandes economías del mundo, en Colombia sigue siendo una industria creciente.
Hasta antes del confinamiento por la pandemia del Covid-19, algunos colombianos no habían realizado compras por internet, pero los cierres a la economía y las medidas de distanciamiento físico impulsaron a los usuarios a visitar las tiendas digitales. Incluso, las mismas empresas emprendieron un proceso de transformación para implementar o mejorar sus canales en línea, como se hizo evidente con el desarrollo de los días sin IVA, jornadas que presenciaron filas, pero en internet.
Un informe de la CCCE detalló la evolución del e-commerce o comercio electrónico en el país, indicando que, durante los meses más estrictos de confinamiento por la llegada del Covid-19, en 2020, el sector del ecommerce experimentó un crecimiento del 11 % semanal. La proyección de la Cámara indica que ese comportamiento para 2021 sería del 16 %.
De acuerdo con un análisis de Euromonitor International, la pandemia aceleró la dinámica expansión del comercio electrónico en el mercado nacional. No obstante, esa firma destaca que Perú es el país de Latinoamérica con mayores avances en el tema. Su evolución se ha visto impactada por la bancarización de la población y la diversificación de los métodos de pago, así como una confianza creciente en la lógica de las compras online.