La informática ha revolucionado el funcionamiento de todas las empresas del mundo. Ya es prácticamente imposible ver un negocio en el que no se use un ordenador, un teléfono, una tablet o un dispositivo inteligente para llevar a cabo algunas de las tareas más habituales. En este sentido, el software destinado a empresas ha ido evolucionando de forma imparable en todos estos años y, hoy en día, podemos hablar de figuras como el ERP sin que se arqueen las cejas.
Para quien no lo sepa, el ERP es un software de gestión empresarial, un sistema que se encarga de la gestión y optimización de todos los procesos que tienen lugar en los diferentes departamentos de una compañía. Consultorías como ARBENTIA lo representan a la perfección, ofreciendo las herramientas que necesita una empresa para funcionar al máximo rendimiento, crecer y mejorar. De hecho, demuestran que los ERP son esenciales para las compañías, sean del sector que sean.
¿Por qué son tan importantes los ERP para las empresas?
Viendo su naturaleza y el cometido que tienen, no resulta difícil empezar a ver por qué se recomienda tanto el uso de ERP en los negocios. La competitividad es cada vez mayor en todos los sectores, y hacen falta todas las «armas» posibles para poder despuntar y crecer, para coger la delantera frente al resto y no dejarse llevar por la vorágine de la competencia. En ese contexto, el software de gestión empresarial ERP juega un papel clave.
Para empezar, porque puede optimizar enormemente la organización interna de una empresa. Agiliza la coordinación entre departamentos al ofrecer información en tiempo real, lo que elimina trabas y permite un trabajo mucho más fluido. Además de eso, ofrece fácil acceso a toda la información de la empresa, bien clasificada y organizada. Con todos estos datos, lo que consigue, además, es que la toma de decisiones sea mucho más acertada. Se evitan las decisiones tomadas por instinto y se fomentan aquellas que se hacen con fundamento, con los datos necesarios a mano.
Por supuesto, lleva también a un aumento de la productividad y a una reducción de costes. Los ERP pueden automatizar algunos de los procesos más habituales en las empresas, lo que permite destinar más recursos a otras tareas que los requieran, a la vez que se eliminan gastos innecesarios. Se consigue una genial optimización tanto de recursos como de tiempo que, inevitablemente, lleva al crecimiento de la compañía y, como efecto colateral, también consigue una masa de clientes mucho más satisfecha. Porque, como hemos dicho, se pueden derivar recursos e inversión, y eso permitiría, por ejemplo, poder trabajar con una mejor materia prima, o con maquinaria más moderna.
Este software puede hacer mucho más. Facilita la planificación de cara al futuro, garantiza un mayor control de departamentos y recursos y, además, nunca se queda corto. Si el negocio crece, el ERP está preparado para crecer con él, lo que le permite poder cubrir siempre todas las necesidades de la empresa. En definitiva, es un aliado indispensable para cualquier compañía.