La tendencia sostenible, la reducción del consumo eléctrico procedente de fuentes contaminantes y la eficiencia son claras prioridades a nivel mundial. La sinergia de las 3 crea un importante reto para los ingenieros a la hora de diseñar los medios de transporte del futuro. Cada vez preocupan más las altas emisiones de los vuelos comerciales que, además, tienden a ser más baratos cada año lo que hace que aumente la demanda..
Hay muchas propuestas sobre la mesa para la investigación y desarrollo de nuevos medios de transporte “futurísticos” más adecuados y respetuosos con el medio ambiente. Sin embargo, eso no es suficiente. En el momento en el que un AVE alcanza los 310 km/h o un avión comercial los 800 o 900 km/h, no nos conformamos con menos. Esto significa que las nuevas propuestas deben ser tan o más eficaces que las ya existentes.
Las tendencias en el transporte del futuro
Hyperloop
Hyperloop es la propuesta por excelencia, de la que se lleva hablando constantemente y con buenas perspectivas de futuro desde que, en 2012, Elon Musk la resucitó (la idea original en la que se basa la de Musk la tuvo Boris Weinberg hace décadas).
Se trata de una idea elegante, sustitutivo a los trenes eléctricos actuales, que alcanzaría velocidades de hasta 1.220 km/h. La tecnología se basa en tubos con aire a baja presión que permiten “levitar” y moverse a unos vagones que circularían por su interior.
¿Cuál es el problema de esta iniciativa? El problema principal reside en que, para el correcto funcionamiento de la tecnología aplicada, los tubos por los que viajan los vagones han de ser rectos. Partimos además del hecho de que la instalación de un tubo cerrado de tamaño suficiente para introducir vagones para que viajen personas con soltura y comodidad, es más compleja que la posibilidad de instalar railes de trenes tradicionales. Al final, esto implica un paisaje muy llano que nos permita una instalación en línea recta en toda su longitud: superficies desérticas, llanuras…
El proyecto, inicialmente, se propuso con la idea de conectar ciudades como Los Ángeles con San Francisco, ambas en el estado de California y separadas por 620 km, cerca de 6 horas en coche y al menos 8 horas en tren. Otra opción sería Baltimore y Nueva York, a 3 horas en coche. Para esta segunda, ya en el año 2017, Musk consiguió los permisos necesarios para llevar a cabo las obras de un túnel de casi 7 km de distancia necesario para la instalación de la estructura.
Clip-Air
El Clip-Air es una alternativa al transporte aéreo actual. Básicamente se trata de un avión estructurado en módulos para realizar transportes de cargas y pasajeros al mismo tiempo de manera flexible reduciendo las emisiones de CO2 y evitando los viajes con aviones semivacíos.
En esta iniciativa, los ingenieros proponen un monstruo aéreo con la capacidad de tres aviones comerciales tradicionales pero menos motores. La aeronave actúa como un avión común (tal y como los conocemos) y los módulos actúan como vagones de tren o autobuses.
El pasajero, que se traslada por el aeropuerto en dichos vagones, llega a la localización en la que se encuentra la aeronave. Una vez debajo de la aeronave, varios módulos se fijan a ella y posteriormente se procede al despegue. Es decir, el pasajero no se tiene que levantar durante todo el proceso.
¿Permite la tecnología actual llegar a cumplir estas tendencias en el transporte del futuro?
Aunque estás propuestas para el transporte del futuro parecen prometedoras y buenas alternativas, más alineadas con las tendencias actuales que los medios de transporte tradicionales, la situación tecnológica actual no parece permitir (de momento) acercarse a objetivos en estos proyectos.
Sin embargo, las expectativas son buenas, sobretodo para Hyperloop, que de momento ha conseguido el respeto del mundo tecnológico y de la ingeniería, tratándose además de un proyecto apoyado por varias universidades.
Graduado en Ingeniería de Minas por la Universidad de Oviedo y especializado en Marketing y Gestión Comercial por EAE Business School y la Universidad Rey Juan Carlos.
