Las pantallas publicitarias interiores han pasado a convertirse en uno de los recursos más utilizados dentro del ámbito comercial. Aunque en un principio estaban especialmente destinadas a cubrir las necesidades de las grandes superficies, poco a poco han ido atravesando fronteras hasta ir posicionándose también dentro de los modelos de negocio de menores dimensiones.
Pero, ¿cómo funcionan exactamente las pantallas para publicidad interior y cuáles son sus ventajas?
En primer lugar, debemos puntualizar que se trata de dispositivos electrónicos únicamente destinados a propósitos comerciales. Son, por lo tanto, soportes publicitarios destinados a transmitir mensajes persuasivos y de interés para un segmento de público determinado. Los compradores potenciales reciben una exposición directa que, en muchos casos puede ser modulada atendiendo a las particularidades del negocio o, incluso a las preferencias inmediatas del usuario. Canon Barcelona es uno de los proveedores más relevantes del segmento, puedes echar un vistazo a su oferta dentro de su página web.
Los principales beneficios que proporcionan son:
Beneficios en dos direcciones
La cartelera digital para interiores puede proporcionar grandes ventajas desde el punto de vista corporativo. De acuerdo con diferentes estudios del sector, su instalación acompañada de contenidos y textos persuasivos puede estimular el consumo haciendo que el cliente pase a destinar un 28% más de su presupuesto en sus compras.
Por otro lado, al tratarse de un recurso altamente dinámico y visual, puede contribuir a reducir la percepción del tiempo destinado a las listas de espera en caja hasta en un 30%, lo cual ayuda a configurar una experiencia de cliente más positiva y, en general, una mayor predisposición a la reincidencia.
Su potencial persuasivo puede influir de una forma decisiva en el modo en que se percibe el valor del producto. La presencia de pantallas para publicidad interior pueden llegar a retribuir hasta un 30% más de valor a los productos que integran la oferta del establecimiento.
En promedio, todos estos condicionantes pueden derivar en un incremento del importe de compra promedio de hasta el 25%.
Se han convertido en un recurso integrado dentro de los hábitos de consumo
Aunque a priori podría concebirse como un modelo de publicidad relativamente intrusivo, en realidad, poco a poco se ha ido mimetizado en el contexto comercial, hasta el punto de llegar a pasar a ser un recurso prácticamente invisible.
En realidad, no es extraño si tenemos en cuenta que, además de ofrecer soporte a una estrategia puramente publicitaria, también cumple una función informativa y, por supuesto, contribuye como un útil pasatiempo durante los períodos de espera asociados a las horas más concurridas.
Son accesibles a todos los modelos de negocio
Desde su irrupción en el mercado, las pantallas publicitarias interiores han ido expandiéndose a una velocidad llamativa. Como resultado, la oferta se ha multiplicado y los precios del segmento han bajado de forma progresiva. A esto hay que agregar las mejoras que se han producido en consonancia con el desarrollo de las nuevas tecnologías.
En la actualidad, cualquier comerciante independientemente puede acceder a una pantalla publicitaria para el interior de su establecimiento por una cuota bastante asequible que, además, va a asociada a un retorno de inversión bastante rápido.
La tecnología las ha convertido en recursos cada vez más adaptables a las necesidades del comercio
Las posibilidades de interacción se han multiplicado hasta el punto de generar modelos comunicacionales basados en la bilateralidad. En la actualidad, es posible acceder a modelos de pantallas publicitarias interiores que modulan sus contenidos atendiendo a las reacciones de las personas que las observan.
Esto es posible gracias a la implementación de sistemas basados en Inteligencia Artificial que, entre otras cosas, pueden llevar a cabo análisis faciales precisos de los consumidores para, no sólo interpretar sus reacciones, también para identificar cuáles son sus perfiles sociodemográficos.
El resultado son contenidos adaptados a la franja de edad del público y, por lo tanto, en mayor consonancia. Al final, todo esto se traduce en un mayor impacto real y un incremento del volumen de beneficios por ventas.