Mercedes Wullich, Directora General de Mujeres&Cía

Entrevista a Mercedes Wullich, Directora General de Mujeres&Cía: “Yo acelero entrenando a las mujeres para ganar el poder con el menor costo posible”

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“Contar y contarlo”, debería de ser el lema contemporáneo que caracteriza el empowerment femenino de hoy en día. Es cierto que, aunque ha habido progresos hacia una sociedad más igualitaria, para poder alcanzar la igualdad tanto a nivel profesional como personal, hace falta que se empiece a contar de verdad con las mujeres. Y que ellas puedan contar su experiencia. Cuando la voz femenina no se escucha atentamente, sobre todo en el ámbito profesional, todavía se habla de “invisibilidad corporativa femenina”, como si fueran ellas quienes, motu proprio, por modestia o excesiva timidez, prefieren salirse del foco de atención y difuminar la posición adquirida con mucho esfuerzo. En realidad, muy a menudo, ese tipo de fenómeno es la consecuencia directa de desviaciones o estrategias, digamos “inconscientes”, de las empresas para silenciar, ocultar y cosificar el talento directivo femenino.

De ahí el lema: “Contar y contarlo”. Esto permite impulsar la igualdad, romper los estereotipos corporativos y empujar más allá un camino visible y exitoso de cada profesional sin lastrarlas con barreras culturales que las condicionen antes y después. Si bien es cierto que desde que algunas mujeres en diferentes partes del mundo comenzaron a reivindicar su sitio en la esfera pública -tradicionalmente considerada como de absoluto dominio masculino- , se ha podido avanzar mucho aunque queda bastante por hacer.

Uno de los síntomas claros de que todavía el camino está incompleto es la desigualdad entre el porcentaje de hombres y mujeres que ocupan los puestos directivos. Justamente en este sentido, uno de los factores a considerar más influyentes es la escasa y estereotipada visibilidad femenina.

Si nos fijamos exactamente en la “teoría de los roles sociales”, que enlaza características importantes para tener éxito y la frecuencia a la exposición a las mismas, y considerando la visibilidad del liderazgo masculino y la invisibilidad del femenino, es entendible que en el imaginario colectivo son justamente los hombres que llevan en el ADN las aptitudes de liderazgo mientras que las mujeres, a las que se les atribuyen características más “emotivas”, son  consideradas como inaptas a la hora de liderar.

Este vínculo erróneo de perjuicios y pesado de sobrellevar sobre todo cuando se posee mucho potencial, es una de las más grandes rémoras para el avance profesional de las mujeres y no sólo. Entonces, ¿De qué forma se puede superar ese gap? Y ¿Qué se necesita exactamente para permitir a las mujeres que alcancen más aún puestos directivos, visibilidad, credibilidad para romper definitivamente con la imagen estereotipada del liderazgo?

Se necesitan “aceleradoras de mujeres” como Mercedes Wullich, Directora de Mujeres&Cia. Su objetivo es que las voces de las mujeres se escuchen en los debates y en la agenda estratégica política, económica y social. ¿Cómo lo hace? Con sus proyectos: Top 100 mujeres líderes y engageMEN ya través de su extraordinaria experiencia.

Le dejamos la palabra para que nos cuente con más detalle en qué consiste su misión revolucionaria para el universo femenino.

«¿Estamos preparadas para asumir en la lucha necesaria para tener el poder en nuestras manos?»

Empezamos por: “Liderazgo, poder, visibilidad y lobby femenino”. ¿Qué nos comentas?

Me gusta centrarme e insistir en aquello que veo puedo cambiar con lo que sé. Y porque creo que estas son las herramientas que hacen falta a las mujeres para acelerar su llegada al sitio donde se merecen estar. Yo las incito a ser pragmáticas y a controlar las herramientas indicadas. Debemos saber cuál es el precio que hay que pagar por ocupar un sitio allí donde el poder se cocina y se parte o reparte. Es una elección a la que preceden varias preguntas: ¿Estamos preparadas para asumir en la lucha necesaria para tener el poder en nuestras manos? ¿Se parece ese poder al que manejan los hombres? ¿Evaluamos los riesgos y los beneficios? ¿Qué podemos cambiar desde el poder que tenemos para facilitar el acceso a las demás?

La energía potente de tus palabras constituyen totalmente tu definición: “aceleradora de mujeres”. Explícanos en detalle que quieres transmitir, cuál es el fin de tu misión social y profesional y como trabajas para implementarlo. 

La vida es corta y larga la inercia del reparto de roles, lo que se supone que cada cual debe hacer por ser mujer o varón. Yo tengo poca paciencia y quiero contagiarla a las mujeres. ¿Por qué van a esperar por lograr lo que quieren? Acelerar los pasos, significa llegar antes a un lugar confortable donde nos sintamos a gusto y no tengamos que dar explicaciones. Por eso, yo acelero, entrenando a las mujeres para ganar el poder con el menor costo posible.

«EngageMEN: iniciativa para que los hombres se involucren»

Mujeres&Cia es una iniciativa extraordinaria, un medio de comunicación online para y por las mujeres. Coméntanos como nace la idea y cómo se ha constituido.

Es otra vez las ganas de quebrar la inercia, esta vez la de los medios. Muchas mujeres notables y poco visibles, muchos hombres visibles muchos de los cuales solo están allí por serlo. Mujeresycia.com nació con el objetivo de hacer protagonistas a las mujeres. Y que fueran un espejo donde las demás se reflejaran. Tanto Las Top 100 como Mujeresycia, operan como verdadero “banco de datos” para el resto de medios que buscan talento y “no lo encuentran”.

Si te dijésemos “Top 100 mujeres líderes en España” y “EngageMEN”, ¿Qué nos dirías?

El ránking Top 100 Mujeres Líderes nace porque los datos y las estadísticas nos dicen que todavía vivimos en el planeta varón. Un lugar anacrónico al que las mujeres tienen difícil acceso. Con este ranking retamos a que la innovación que está en boca de todos, se aplique haciendo las cosas de otra manera. Y que no puedan decir que no encuentran a las mujeres cuando las buscan.

EngageMEN es una iniciativa que persigue que los hombres se involucren en el cambio. Apoyar el talento de las mujeres es positivo para las empresas, para su gente y para quienes las dirigen. Lanzamos el Desafío engageMEN para encontrar, sumar y visibilizar a los hombres trabajan racional y decididamente por la diversidad y para incorporar a la sociedad el talento de las mujeres.

De todo lo que asumimos a través de tus palabras, nos queda claro que tener una estrategia precisa para poder alcanzar una sociedad más equitativa, es fundamental. Pero, ¿Por qué y para que exactamente es importante el empowerment femenino? Y, ¿Crees que todo esto pasa por dos conceptos claves: branding y reputación? ¿Cuál es el vínculo?

Es importante que las mujeres tengan el lugar que se merecen por sus méritos. Y si la sociedad atrasa, debemos asegurarnos de que el camino sea transitable. El empoderamiento tiene mucho que ver con el branding y la reputación que es preciso construir. Las mujeres debemos hablar de lo que sabemos, asumirnos como expertas, y no seguir explicando cómo hicimos para llegar hasta aquí. Reputación es lo que se consigue cuando se hace con autoridad y convicción aquello que aprendimos. Y el branding, lo que consigues cuando te instalas en el lugar al que aspiras y te mereces.

«Si quienes ‘mandan’ entendieran por qué es necesario un cambio, ni hombres ni mujeres deberíamos sufrir peleas cotidianas»

Resulta muy chocante como, a pesar de los progresos contemporáneos, todavía en el escenario político, social y económico cueste asimilar una visión progresista de integración de género. ¿Qué factores positivos para el cambio puedes sacar del binomio “diversidad y género”? ¿Crees que un cambio cultural, de forma mentis de las generaciones futuras pueda ser la clave del éxito hacia un mayor reconocimiento femenino en la sociedad?

Si la sociedad y las empresas fueran más innovadoras, si quienes “mandan” entendieran por qué es necesario un cambio radical, ni las mujeres ni los hombres deberíamos sufrir el impacto de la pelea cotidiana. Creo que la clave es desaprender lo malo y empezar de nuevo con el lienzo en blanco. Acá debería decirte que está probado que la diversidad es negocio, y que el género es parte. Pero las mujeres no somos una minoría a la que atender sino el 50% de la sociedad. Entonces, me aburro y te digo que es por justicia y que ya es hora. Encontremos pronto la forma de hacerlo mejor para nosotras…y para ellos también. Pero para eso, ¡necesitamos el poder!

Pasado, presente y futuro. Que es lo que Mercedes se lleva de su experiencia pasada hacia el presente y que es lo que quiere dejar como herencia para las niñas que vendrán… Cuéntanos.

Repasando los datos y las cifras que podían darme una respuesta, no pude encontrarla. Entonces empezamos juntas a tejer otra historia que no tiene que ver ni con datos ni con cifras sino con cultura, con educación, con roles, con estereotipos, con hábitos y habilidades. Hablar claro, alzar la voz, dar cuenta de lo que vemos y de lo que vivimos es nuestra obligación. Y sobre todo, la de ser fieles a nuestros sueños y aspiraciones. Pelear con fiereza por nosotras y por las demás, para estar dentro de unas estadísticas que sucedan hoy o mañana, o al menos en esta vida. ¡Y ser definitivamente arte y parte a la hora de cambiar las cosas… y las cifras!

Si recopilásemos tu vida, saldría un maravilloso patchwork compuesto no por telas sino por mujeres. ¿Qué te llevas profesional y personalmente de cada mujer se ha cruzado con tu camino?

Me gustan Saskia Sassen, Eva Illouz, Rita Montalcini, Fran Lebovitz…lo que son, lo que dicen, lo que han hecho… por razones muy diferentes me resulta inspirador. En el orden local, muchas de Las Top 100… Amelia Valcarcel, Ana María Llopis, Ángeles Durán entre otras… Decido que el liderazgo no tiene sexo sino formas y resultados. Pero sí creo que todavía es preciso poner el foco en las mujeres mientras en la carrera no salgamos todas -las personas- desde la misma línea de partida y con los mismos obstáculos. El liderazgo se construye de muchas maneras en base a experiencia, desafíos, resultados…

Nos gustaría que nos dejases con una imagen, un recuerdo, un hecho significativo o un encuentro que ha cambiado radicalmente tu vida y el mensaje que quieras lanzar con esto.

Mi abuela me dijo cuando era muy chiquita: “No inviertas tiempo en aprender lo que cualquiera podría hacer si pudieras pagarle con el dinero que ganes con lo que realmente te gusta hacer y nadie podría hacer por ti.” No sé si es el mejor, pero lo tengo siempre presente.

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