Para millones de personas, sentarnos frente a nuestros televisores y ver un partido de fútbol o algún otro encuentro deportivo es nuestro escape favorito. Trasladar nuestra pasión, frustraciones y aspiraciones a un equipo o atleta es un ejercicio catártico que ha pasado de generación en generación, siendo motivo de inspiración, discusión, orgullo y entretenimiento plano y llano.
Pero así como el juego ha cambiado, también lo ha hecho la manera en la que vivimos las transmisiones que ahora se ven saturadas por menciones de casas de apuestas que se ven antes, durante y después de los partidos, como una presencia omnipresente en la que constantemente se invita a la gente a poner su dinero en juego apostando a favor de un equipo o resultado del partido.
La sobresaturación de estos contenidos se ha convertido en un tema de discusión y estudio, con grupos de expertos analizando las consecuencias de los constantes impactos alrededor de las apuestas, siendo estas normalizadas sin tomar en cuenta el efecto pernicioso que pueden tener en personas con tendencia a las adicciones, así como también en niños y adolescentes, quienes no cuentan con el criterio para conocer los verdaderos riesgos de los juegos de apuestas y los ven como parte del “glamour” del deporte, ¿cómo va a ser algo malo si sus ídolos deportivos lo llevan justo al centro de su camiseta? ¿Van a sentir que es algo negativo si les menciona con total normalidad en más de una docena de ocasiones por juego?
En este punto también juega la responsabilidad de los medios y anunciantes, porque antes de llegar a medidas restrictivas se debe de tener una auto regulación que vaya más allá de un pequeño texto legal o una tímida mención de que los juegos de apuestas están dirigidos solo para adultos.
Esto se exacerba al no tener consecuencias físicas como otro tipo de adicciones, pero no por eso no es algo inocuo, dado que es un tema que puede convertirse en un problema realmente serio para individuos y núcleos familiares enteros que pueden ser evitados con políticas y reglas claras acerca de cómo se puede llevar a cabo la comunicación. Tomando como ejemplo a México, donde se reconoce a 4 millones de personas con problemas de ludopatía, quienes a diario y sin restricciones verdaderas reciben invitaciones a seguir apostando.
Se retiraron los personajes animados de los alimentos dirigidos a niños, se colocaron imágenes grotescas en los empaques de productos de tabaco, se acota de manera importante la creatividad en los anuncios de bebidas alcohólicas, ¿será momento de apostar por una regulación para las casas de apuestas? La moneda está en el aire y como industria tenemos el poder para hacer que caiga del lado correcto.
Tribuna de opinión escrita por Pedro León, Director Creativo de Licuadora Group
Excelente,reportaje
Que difícil seguir un deporte donde el mayor patrocinador son las casas de apuesta, y no solo en México, a nivel mundial las grandes ligas son patrocinadas por estos servicios.