Las criptomonedas y, en particular, el Bitcoin, se han convertido en una de las propuestas más interesantes a tener en cuenta a la hora de obtener ganancias en el mercado financiero. El interés por los inversores en este tipo de productos no ha parado de crecer, tanto que existe hasta la criptomoneda de Facebook.
Tanto es así que cada vez son más las plataformas interesadas en este modelo de negocio.
Libra, la criptomoneda de Facebook
Tal es el caso de Facebook que anuncio el año pasado el lanzamiento de una criptomoneda propia llamada Libra para ganar la confianza de sus casi dos mil millones de usuarios a nivel global que no tienen cuentas de banco, al ofrecerles servicios financieros. Pero la solución de la compañía no es otro Bitcoin: Libra está diseñada para permitir que sus usuarios puedan realizar compras en la red social y otros sitios web.
Pero no todo es color de rosas para la red social de los famosos “Me gusta”, ya que comenzando 2020 todavía no estaba ni cerca del lanzamiento de su criptomoneda. En 2019 su moneda global estaba respaldada por decenas de organismos y plataformas digitales, sin embargo, casi un año después gran parte de las compañías que la apoyaban se fueron y la necesidad de ajustarse a las regulaciones regionales hicieron que cambie por completo el enfoque inicial que Facebook propuso para el proyecto. Antes de profundizar sobre la restructuración de Libra es interesante saber de qué se trataba la criptomoneda que cambiaría todo.
El sueño de Facebook
El proyecto desarrollado enteramente por Facebook consistía en la creación de la criptomoneda Libra, una forma de envío de dinero que utiliza tecnología blockchain. El principal objetivo de esta nueva aplicación era la de ofrecer una moneda digital de baja volatilidad y alcance mundial. Todo ello sobre una infraestructura descentralizada y programable diseñada para soportar una gran cantidad de transacciones. Con eso se buscaba crear un medio de intercambio eficiente para miles de millones de personas en el mundo.
Libra sería administrada y controlada por Facebook y un consorcio de compañías financieras. Las criptomomendas de Facebook se guardarían en una cartera virtual, una plataforma en la que cada usuario puede acceder a su cuenta desde una app o por un navegador de Internet.
Es probable que muchas personas hayan pensado que solo era cuestión de tiempo para que Libra tuviese el impulso para ser la primera moneda digital realmente creada para las masas.
Ser una moneda global era la gran apuesta de Libra, lo que la diferenciaba del resto de las monedas y que además la hacía prometedora frente a otras criptomonedas por su lenguaje de programación propio. Pero la idea de Facebook se fue desvaneciendo poco a poco a lo largo de los meses y a medida que las preocupaciones de gobiernos y organismos económicos fueron surgiendo.
La plataforma recibió duros golpes al no dejar satisfechos a las autoridades reguladoras de los gobiernos y fue peor cuando grandes compañías como PayPal, Visa y MasterCard decidieron retirarse completamente del proyecto.
Libra cambia los planes de Facebook
Ante las presiones regulatorias, Libra decide dejar de lado su ambiciosa meta de ser una moneda global para acercarse más a una red de pagos con monedas locales. Con este cambio, Libra quedará confirmada por diversas monedas digitales estables (stablecoin) respaldadas a su vez por diferentes divisas, adecuadas según el mercado donde opere. De esta manera, su funcionamiento se asemeja más a propuestas de métodos de pago online ya disponibles en el mercado como PayPal.
La Asociación Libra explicó en un comunicado, “Nuestra visión siempre fue ser el complemento, de los sistemas monetarios actuales, sin competir ni interferir con la soberanía monetaria de un país”.
A su vez, Libra estará sujeta al control y monitoreo del Grupo de Acción Financiera Internacional al establecer límites a entidades no reguladas.
Profesional con maestría en Dirección de Marketing y Gestión Comercial, especializada en Comercio Electrónico y Project Management. Graduada en Ingeniería en Materiales, con experiencia en análisis de datos e investigación de mercado.