Vivimos en un panorama actual que se define como un entorno VICA (volátil, incierto, cambiante y ambiguo). Este escenario presenta desafíos significativos para todas las generaciones, pero de manera especial para la Generación Z, que se ha desarrollado en un mundo donde los cambios son constantes y acelerados.
Nacida entre 1995 y 2010, esta generación se caracteriza por su gran capacidad de adaptación a los cambios, su fuerte sentido de la comunidad y su compromiso social. Sin embargo, también se enfrenta a una serie de problemáticas que pueden dificultar su desarrollo personal y profesional.
Desafíos y Frustraciones
Desempleo y Paro
En España, la tasa de desempleo de la Generación Z se sitúa en un alarmante 24,3%, significando que uno de cada cuatro jóvenes está sin empleo. Esta cifra es notablemente más alta en comparación con la Generación X, con un 12,7%, y los Baby Boomers, con un 10,3%. Además, el paro juvenil es un problema global, afectando a la Generación Z en todo el mundo con una tasa del 13,4%, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Sueldo Medio
Agravando la situación, el sueldo medio de la Generación Z en España es de 1.200 euros mensuales, un 20% inferior al de los trabajadores de más edad. Esta disparidad salarial es resultado de varios factores como la falta de experiencia laboral, la alta competencia en el mercado laboral y la automatización de los puestos de trabajo.
Fuga de Talentos y Emigración
Ante tales desafíos, no es sorprendente que la Generación Z esté considerando oportunidades fuera de España. Según un informe del periódico ABC, el 74% de los jóvenes españoles están pensando en emigrar a otros países, buscando mejores oportunidades laborales o escapando de situaciones adversas en sus países de origen. Esta fuga de talentos podría tener consecuencias significativas para el futuro de España, ya que se pierden individuos altamente educados y capacitados.
Pérdida de poder adquisitivo
El poder adquisitivo en España ha experimentado una significativa reducción del 2,5% en el primer semestre de 2023, afectando considerablemente a la economía familiar en un periodo crítico de pandemia y recuperación.
Esta disminución se vincula directamente con una elevada inflación del 10,2% en agosto de 2023, la más alta en 37 años, incrementando los precios de bienes y servicios esenciales y afectando la calidad de vida de los ciudadanos. Este contexto agrava los desafíos que enfrenta la Generación Z, que ya lidia con bajos salarios y alta tasa de desempleo, poniendo en riesgo su estabilidad financiera y postergando sus proyectos de vida y profesionales.
Potencial y Esperanza
A pesar de los desafíos, la Generación Z está lejos de ser una generación perdida. Es la generación más educada de la historia, con el 60% poseyendo un título universitario. Además, su naturaleza de nativos digitales los coloca en una posición única para navegar en un mundo cada vez más tecnológico.
El espíritu independiente de la Generación Z, su compromiso con la justicia social y su preocupación por el medio ambiente son indicativos de su potencial para ser una fuerza de cambio positivo. Aunque enfrentan obstáculos, muchos se mantienen resilientes y están dispuestos a luchar por un futuro mejor.
Experiencia Personal
Personalmente, como miembro de la Generación Z, he vivido estas realidades. He experimentado cómo ocultar mi edad puede cambiar la percepción de mi capacidad profesional y he sido testigo de cómo la fuga de talentos afecta a mi generación. Me duele ver a compañeros con mucho talento y capaces considerando dejar nuestro país en busca de oportunidades que aquí nos son esquivas.
Personalmente, me enfrento a la difícil decisión de quedarme en mi país, pero que me presenta un futuro incierto, o emigrar en busca de un futuro más prometedor, alejándome de las personas a las que más quiero. Aunque intento mantener la esperanza y ser positiva, es un dilema que me acompaña constantemente. Día tras día.
En un mundo tan complejo y cambiante, donde la Generación Z se debate entre la esperanza y la incertidumbre, ¿qué papel juega la sociedad y qué acciones se pueden emprender para asegurar que el potencial de esta generación no se vea mermado por las adversidades? ¿Cómo podemos, como sociedad, apoyar a toda una generación para que no tengan que elegir entre su país y su futuro?
El reto está en crear políticas inclusivas, fomentar la educación y formación adaptadas a los nuevos tiempos, y promover un mercado laboral que valore y aproveche el talento joven. La colaboración entre generaciones, el diálogo intergeneracional y la responsabilidad compartida son clave para abordar los desafíos y construir un futuro real y tangible.
Tribuna de opinión escrita por Anna Bayón, Head of Social Media de Esmartia