A mediados de marzo entró en España en vigor el Estado de alarma desencadenado por la emergencia sanitaria del coronavirus, hasta su final el 21 de junio. El confinamiento se ha vivido de manera diferente para los distintos sectores de la población. Ha habido personas que han mantenido la calma y otras que se han adentrado en esta situación con miedo y con más respeto.
La obligación de permanecer en nuestras casas impulsó a las plataformas de eCommerce creando fuertes picos de ventas en el canal online. ¿Cómo ha afectado esta situación a los supermercados y a sus consumidores?
La situación inicial
Unos días antes de iniciarse el confinamiento, se desató un pequeño caos comercial que resultó en la sobresaturación de supermercados. La incertidumbre de cómo nos iba a afectar la presencia del virus en nuestras vidas cotidianas, basándonos en la experiencia retransmitida en nuestros medios sobre países como China o Italia, hizo que la gente saliera en masa a abastecerse (de forma innecesaria) de productos de todo tipo. Esto generó falta de stock y exageradas colas en las cajas de los establecimientos.
El 13 de marzo se declaró el Estado de alarma en España. A partir de dicho momento, la población se vio obligada a cambiar sus hábitos de consumo. Las recomendaciones constantes de evitar entrar en lugares donde se produjera contacto entre personas, como supermercados, impulsó el canal online haciendo que solo la segunda quincena de marzo, aumentara sus ventas en un 55%.
El proceso de adaptación al impacto del coronavirus
No todos los puntos de venta han sabido adaptarse o han estado preparados para esta situación. Poco después de comenzar el encierre, algunos supermercados empezaron a sufrir faltas de stock para sus pedidos online y se vieron desbordados por el número de pedidos que entraban a sus plataformas eCommerce.
Lo normal es que un pedido tarde alrededor de 3-5 días en llegar al domicilio del comprador. Algunas empresas incluso dan la opción de entrega al día siguiente de realizar el pedido. En cambio, con esta situación algunas enseñas han entregado pedidos hasta 22 días después del periodo establecido inicialmente.
Sin embargo, también nos encontramos con la situación contraria. Otros supermercados han destacado en este proceso y han sabido adaptarse a la perfección. También han cobrado importancia aplicaciones como Lola Market, en la que puedes contratar una tercera persona para que vaya ha hacer la compra por ti y te la lleve a casa. También algunos puntos de venta que se han visto saturados por los pedidos online, han dado la opción de recogida en puerta.
Es decir, tú haces tu pedido online, ellos te lo preparan en bolsas y posteriormente puedes ir con el coche y recogerlo en la puerta del supermercado sin necesidad de entrar en el establecimiento.
El perfil del consumidor
Debido a estos acontecimientos, nos encontramos actualmente con varios tipos de consumidores.
- Por un lado, los que han probado la compra online en supermercados por primera vez durante el confinamiento, les ha convencido y tienen intención de seguir utilizándola tras la desescalada.
- En segundo lugar, los que no han tenido una buena experiencia y por lo tanto volverán a habituarse a la compra en punto de venta físico.
- Un tercer grupo con personas que, aunque han estado contentas con el servicio eCommerce, prefieren la compra en persona y por eso reducirán su uso de la plataforma online en las próximas semanas.
- Por último, un cuarto grupo con las personas que ya utilizaban el método online antes de la cuarentena.
Pasado mayo, el eCommerce siguió aumentando su crecimiento durante el mes de abril (un 28% más). Las plataformas de compra online han venido para quedarse. La penetración de Internet en los hogares españoles es cada año más alta y la compra-venta por plataformas de Internet ya estaban en auge antes del coronavirus.
Sin embargo, esta situación ha hecho que sectores previamente reacios a estas metodologías, como personas más mayores con menos capacidades de manejo de dispositivos electrónicos o navegación web, las hayan dado una oportunidad e incluso se hayan acostumbrado a ellas.
Graduado en Ingeniería de Minas por la Universidad de Oviedo y especializado en Marketing y Gestión Comercial por EAE Business School y la Universidad Rey Juan Carlos.