José Manuel López Jiménez es Licenciado y Doctor en Derecho por la Universidad de Valencia. Habiendo desarrollado su labor previa a la docencia universitaria en el ámbito de los Recursos Humanos y posteriormente en el ámbito de la Formación Profesional, actualmente es Decano de las Facultades de Ciencias Jurídicas y Económicas y Criminología de la Universidad isabel I, manteniendo su actividad docente en el Área de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social y centrando sus investigaciones en el mundo del trabajo a distancia y los distintos modelos contractuales.
Dentro de las facultades que dirige, destaca el Máster Oficial en Marketing Digital, si bien como después nos contará, el Márketing constituye elemento transversal en diversas titulaciones dentro de la oferta de estudios de la Universidad Isabel I.
El sistema educativo ha empezado el año golpeado por algunas cartas de profesores. Una, en concreto, que se ha hecho viral sobre la educación universitaria y el nivel de los estudiantes. ¿Qué opina al respecto?
Lo cierto es que no son pocas las voces que reclaman una reflexión, no sólo sobre el sistema universitario, sino sobre el sistema educativo en su conjunto. El sistema educativo debe crecer de forma paralela a la sociedad, pero sin olvidar las competencias básicas, a través de las cuales, deben construirse todos los sistemas de enseñanza-aprendizaje. En este sentido, considero que se ha hecho un gran esfuerzo en la adquisición de nuevas competencias, principalmente las digitales, y tal vez, hemos dejado de lado las bases de todo el sistema educativo.
«No puede obviarse el trabajo de la Formación Profesional»
¿Cuál cree que es el nivel real de los alumnos españoles?
Si atendemos a datos estadísticos y a informes de los principales medidores de calidad, no cabe duda de que el Informe PISA no deja a España en un lugar favorable, pues, en disciplinas tales como matemáticas y ciencias, los resultados se sitúan ligeramente por debajo de la media de la OCDE. Sin embargo, considero que puede resultar capcioso juzgar el nivel específico de los alumnos españoles, pues estos forman parte de un sistema educativo y la valoración debe hacerse de forma global.
Los alumnos deben asumir su responsabilidad, sin duda, y mostrarse activos y críticos, demandando una educación mejor en la que, la calidad y la educación integral, sean su foco de acción. Pero, sin duda, los alumnos no van a mejorar de forma autónoma, sino que lo harán de forma conjunta con el cuerpo docente, desde la Educación Infantil a la Superior, a través de una normativa estable y decidida, y en la que todos los agentes sean partícipes y tengan vocación de mejora. Sin duda, el continuo cambio legislativo, en el que periódicamente se aprueban leyes con falta absoluta de consenso, y el más que preocupante paro juvenil, exigen, como digo, una reflexión que debemos afrontar juntos.
¿Ha mejorado en los últimos años? ¿A qué ha sido debido?
El nivel de los alumnos no debe enfocarse desde una perspectiva global. Si anteriormente aludía al hecho de que el informe PISA no dejaba en buen lugar a España en matemáticas y ciencia, no es menos cierto que, el mismo informe, situó a nuestro país muy por encima de la media de la OCDE en competencia global, incluyendo dentro de este elemento de análisis, el respeto y apertura por otras culturas.
Creo en este sentido, uno de los aspectos de mejora sobre el que nos podemos sentir más orgullosos es el relativo a las competencias digitales, pues, según datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional, casi el 85% de los jóvenes de entre 16 y 24 años posee capacidades básicas o avanzadas en el entorno digital, lo que nos sitúa 14 puntos por encima de la media europea.
A su vez, no puede obviarse el extraordinario trabajo que se está haciendo desde la Formación Profesional, y que va a redundar positivamente en el nivel de los alumnos universitarios. La continua equiparación de los alumnos de una u otra vía formativa, va a suponer una reducción de las tasas de abandono y una mejora de la empleabilidad de nuestros estudiantes, que, cada vez más, podrán tomar decisiones cuyo objeto sea la mejora de su formación y su empleabilidad.
En particular, la Universidad Isabel I puede presumir de tener una de las tasas de abandono más bajas de España, y de estar siempre a la vanguardia en lo que a educación online se refiere.
«Ser una universidad joven puede convertirse en una fortaleza»
Usted actualmente es el Decano de las Facultades de Ciencias Jurídicas y Económicas y Criminología en Universidad Isabel I, ¿cómo describiría a sus alumnos, qué perfil tienen?
El perfil de alumno de la Universidad Isabel I es muy heterogéneo, lo que permite una retroalimentación y mejora continua, gracias a las experiencias que nos aportan nuestros estudiantes, lo que nos permite integrar y mejorar nuestra docencia.
Pero, por ser algo más específico, en nuestro caso contamos con un tipo de alumno con responsabilidades de tipo profesional o familiar, que precisan de un modelo más flexible y una atención distinta al modelo habitual.
Contra lo que pueda parecer, el hecho de que la formación online otorgue nuevas oportunidades a los estudiantes o a aquellos que pretenden reciclarse o mejorar su carrera profesional, no hace sino exigir de nuestros alumnos un ejercicio de organización y de disciplina personal, pues son ellos, quienes determinan sus propios horarios y la gestión de su tiempo.
Debo decir, en este sentido, que el esfuerzo que realizan, cada curso académico, es encomiable, y para nosotros, supone un orgullo el poder ayudarles a conseguir sus metas académicas, en titulaciones más clásicas como el Grado en Derecho o en Administración y Dirección de Empresas, y en las más emergentes como el Grado en Criminología y Ciencias de la Seguridad. Podemos decir también que la inclusión de las nuevas tecnologías es inherente a nuestra forma de trabajar, pues el hecho de ser una universidad online, hace que docentes y alumnos estén comprometidos con el aprendizaje continuo de las nuevas tecnologías.
¿Cuál es la propuesta de valor de su Facultad y la de la Universidad Isabel I?
La atención al alumno es, y queremos que siga siendo, nuestra seña de identidad. Como decía anteriormente, nuestro perfil de estudiante sacrifica parte de su tiempo con el objetivo de obtener una formación académica de calidad. Nosotros debemos aportar la exigencia necesaria para poder formar futuros profesionales de éxito y personas que sean ejemplo en sus respectivos entornos, pero, a cambio, debemos acompañarlos en el camino a conseguirlo.
Son referente en Castilla y León y España en algunas materias. ¿Cuál es la clave?
El hecho de ser una universidad joven puede, lejos de ser una debilidad, convertirse en una fortaleza, teniendo en cuenta el valor de quienes la componen: desde los alumnos a los docentes y personal de administración y servicios; personas con una ilusión y propósito de mejora continuas.
Y esta mejora se manifiesta principalmente en nuestra metodología y nuestro sistema de enseñanza-aprendizaje, en el que las Áreas de Calidad o Innovación Educativa, tienen un papel preponderante.
«El marketing es parte de la formación activa para los alumnos»
¿Qué papel desempeñan los estudios de Marketing en su Universidad?
La función del marketing dentro de la Universidad se estructura en varios modelos. En primer lugar, el marketing se estructura como una disciplina transversal que entronca con muchas áreas del conocimiento. En segundo lugar, el marketing se define como uno de los motores de formación para los alumnos que se convertirán, en el medio plazo, en los futuros profesionales especializados que demanda el sector.
Además, el marketing es parte de la formación activa para los alumnos a la hora de estimular las iniciativas emprendedoras y la puesta en marcha de nuevos negocios dentro del entorno digital.
Finalmente, además de asignaturas específicas dentro de los grados, contamos con un Máster universitario oficial en Marketing Digital, donde los alumnos adquieren una formación, tanto estratégica como operativa, que les permite diseñar, planificar y ejecutar un plan de marketing para su propio negocio o marca determinada, además de poder trabajar en agencias del sector, dentro del exigente contexto digital, donde los cambios son constantes y la adaptación al medio se configura como una necesidad básica.
¿Qué oferta tienen?
De forma específica, contamos con el Máster en Marketing Digital, enfocado directamente a esta rama y en el cual, nuestros alumnos adquieren las herramientas teóricas y prácticas necesarias para incorporarse con garantías en el mercado laboral, pudiendo realizar planes de marketing en todo tipo de empresas. Destaca el hecho de que nuestros docentes, además de académicos, son profesionales en activo, lo que asegura un contacto directo con la realidad del marketing digital.
Además, de forma transversal, potenciamos la formación específica en pensamiento estratégico, marco jurídico digital, comunicación 2.0, fundamentos del marketing y publicidad digital, marketing móvil y gestión de redes sociales, comercialización y ventas en el entorno digital, analítica digital y estrategias de CRO.
¿Qué tipo de egresado de marketing forman para el mercado laboral?
El alumno egresado de la Universidad Isabel I adquiere una visión estratégica y operacional para el diseño, planificación y ejecución de un plan de marketing. Esta formación integral permite a los alumnos egresados poder poner en marcha sus propios negocios, mejorar sus competencias profesionales en los departamentos de marketing de las empresas para las que trabajan, tener la posibilidad de acceder a un departamento de marketing de una gran marca y/o poder ejercer como profesionales especializados en marketing digital como consultores independientes o para agencias del sector.
Para ustedes, la Covid… ¿ha supuesto una amenaza o una oportunidad?
Sin duda una oportunidad. Durante la situación de pandemia, la enseñanza online, y la Universidad Isabel I en particular, tuvo el reto de demostrar que en una situación inédita y de grandes dificultades. La formación a distancia a través de medios telemáticos suponía la mejor de las soluciones, sin renunciar por ello a la calidad docente.
El uso de medios telemáticos ha sido la solución no sólo en el ámbito educativo, sino también en el puramente profesional o incluso familiar, pero también se ha demostrado que este tipo de formación no supone, exclusivamente, encender el ordenador y dar una clase online, sino que exige una adaptación metodológica y docente que la Universidad Isabel I llevaba ya en su ADN.
«2023 es el año de las oportunidades y de los nuevos retos»
¿Cómo definiría el año 2023?
El año de las oportunidades y de los nuevos retos.
¿Dónde se ven a finales de década?
Ocasionalmente, suele decirse que estamos en una etapa de cambio, si bien, la realidad es que esa etapa comenzó a principios de siglo y creo que ya nunca volveremos a situaciones tan estáticas como las anteriores.
Con todo, el hecho de ser una Universidad joven, hace que aún tengamos muchos retos por delante como, los programas de doctorado, la definitiva internacionalización o la mejora constante de los títulos que ya ofrecemos.
Esperamos que, junto con toda la comunidad educativa y universitaria, entre la cual, por supuesto, os incluimos, podamos seguir mejorando día a día.