El plan financiero es uno de los elementos más importantes de cualquier plan de negocio, sencillamente si los números no cuadran, el negocio se va para abajo. Saber a la perfección cómo hacer un plan financiero para un emprendedor es tarea difícil, sobre todo sino tiene conocimientos financieros previos.
Hay muchos casos de ideas de negocio brillantes que tienen todo para ser un éxito considerable y que en los primeros años la rompen en el mercado. Sin embargo, al año siguiente cierran por falta de liquidez.
Cómo hacer un plan financiero: tres claves
Muchas veces los nuevos emprendedores o no se enfocan mucho en el plan financiero o se preocupan de más y los dos extremos pueden resultar peligrosos. Para empezar con cualquier plan financiero hay que tener en cuenta tres pilares en todo el momento.
- El primero es la congruencia, siempre hay que tener en cuenta la capacidad económica que el emprendedor tiene en este momento y más en los primeros años cuando el negocio aún está en crecimiento.
- El segundo es la simplicidad, no hay que complicarse tratando de realizar un balance de resultados extremadamente grande o sacar ratios financieros en todo momento. Con que se tenga un plan económico financiero sencillo, real y claro es más que suficiente.
- Y por último la claridad, siempre tiene que poner los números como son, no hay que tratar jamás de ocultar una pérdida o camuflarla en el tiempo para que no de pérdida el balance. En un plan financiero las cosas siempre son claras, si no el fracaso llegará tarde o temprano.
Las fases de un plan financiero
Las podemos dividir en las siguientes:
Fase financiera inicial
En el proceso de cómo hacer un plan financiero es fundamental tener muy claro todos los costes de la empresa, de esa forma el emprendedor tendrá muy claro cómo ser rentable y cuantas unidades necesita vender para cubrir todos sus costes o como bien es conocido, llegar al punto de equilibrio. Para conocer todos los costes es necesario dividirlos en dos grupos, costes fijos (CF) y costes variables (CV).
- Costes Fijos: Son aquellos costos que siempre estarán presentes con ganancias o no. Estos costos no van relacionados a la producción, sino a la existencia de la empresa. Un ejemplo claro y sencillo es el alquiler de la oficina.
- Costes Variables: Los costes variables son aquellos que dependen de la producción y varían dependiendo de las unidades vendidas. Un ejemplo sencillo es el costo de la materia prima de producción.
Fase financiera de obtención de ingresos
Cuando se suman los dos costes se tendrá un valor que se llama costes totales (CT). Tener claro este valor mes a mes es importante para poder calcular beneficios, punto de equilibrio y observar cualquier anomalía en los costes. El seguimiento continuo de los costes ayudará a ser más eficiente al momento de ahorrar, pues se podrán controlar y tomar decisiones a tiempo de los costes excesivos.
Una vez se tenga claro todo lo que te cuesta tener un negocio es importante analizar cómo sacarle más rentabilidad al producto o productos que se venden. De esta forma se podrá analizar qué artículos dejan más ganancias y promocionarlos más, y cuáles dejan menos beneficios.
En el cuadro balance anterior se puede observar que debajo de la columna de ingresos por venta existen tres columnas más que descomponen por completo los ingresos por cada producto. Exactamente, se puede ver que porcentaje de los ingresos, de las ventas y del valor real que representa cada producto.
Es muy fácil tomar decisiones cuando el emprendedor tiene el panorama claro. Tanto a nivel de costos, como a nivel de ingresos es importante saberlo todo, es la única forma de reaccionar a tiempo a cualquier oportunidad o problema.
Para terminar este artículo únicamente recordamos la importancia de tener una buena planificación financiera y que todo se puede aprender. Las habilidades de emprendedores se pueden mejorar y adquirir con el paso del tiempo, incluyendo las necesarias para tener claro cómo hacer un plan financiero.