¿Es posible tomar una decisión en el mundo de los negocios y el marketing digital, y mantenerla durante un largo periodo de tiempo sin cambios? Parece complicado, dada la volatilidad de muchos aspectos de la vida actual. Es necesario analizar muchos datos de manera continua en busca de nuevas tendencias y cambios de comportamiento. Así que una buena toma de decisiones depende de mucha analítica.
A lo largo del día, cualquiera de nosotros se enfrenta a decisiones que van de las más simples a las que definirán nuestro futuro. No es lo mismo preguntarse qué traje me pongo hoy para la reunión con un cliente, que qué nueva línea de productos lanzar al mercado. La diferencia es enorme. La primera decisión es más o menos sencilla, ¿pero la segunda? Todo lo contrario.
Como se indica en esta publicación de Kescia D. Gray para Corporate Wellness Magazine, una buena toma de decisiones es «un método que debe aprenderse, no es algo con lo que nacemos de forma innata». Por el contrario, una buena toma de decisiones puede funcionar como golpe de suerte una vez, pero es extraño que sin seguir una serie de hábitos y pasos se tenga suerte siempre. Así que pasamos a repasar los 5 pasos para una buena toma de decisiones:
1: Identifique objetivo para una buena toma de decisiones
Una de las estrategias de toma de decisiones más efectivas, según Kescia D. Gray, «es vigilar su objetivo». ¿Qué significa? La identificación del propósito de su decisión preguntándose «cuál es exactamente el problema que debe resolverse». Además de saber la razón por la que dicho problema debe ser resuelto.
2: Recopile información para sopesar sus opciones
En segundo lugar, como en prácticamente todos los aspectos del marketing, hace falta información. Porque para una buena toma de desiciones hay que recurrir al análisis de datos de una u otra forma. Al hacerlo, se dice en el artículo original, habrá una mayor comprensión de qué hay que hacer para resolver el problema que se tiene delante. La toma de decisiones con información permite tener un abanico más amplio de posibilidades, una visión más amplia.
Esta información es posible obtener mediante el mencionado análisis de datos o preguntando a personas expertas en la materia. Así que, si es necesario, hay que dejarse aconsejar antes de tomar decisiones empresariales. Al final se trata de tener el mayor número de recursos posibles para tomar la mejor decisión posible. Quien más pregunta y más información necesita no es más ignorante, es alguien que quiere tener los mejores conocimientos posibles para tomar una decisión.
3: Considere las consecuencias de tomar una decisión
Es bien conocido que en economía, tomar una decisión y adquirir un producto supone no adquirir el resto de opciones. Toda elección es asimismo es una renuncia al mismo tiempo. Por lo tanto, como dice Kescia D. Gray, este paso «ayudará a determinar cómo su decisión final lo afectará a usted y otras personas involucradas».
Si antes de una toma de decisiones nos preguntamos por sus consecuencias, por sus pros y contras, estaremos mejor preparados para asumirlas y hacer posibles correcciones futuras.
4: Tome su decisión
Primero analizamos el objetivo al que queremos llegar. Segundo, analizamos toda la información posible al respecto. Tercero, tenemos en cuenta las consecuencias de la decisión que vamos a tomar. Y cuarto, tomamos la decisión.
Ante este cuarto paso, Kescia D. Gray anima a preguntarse cómo se siente tras la toma de decisiones. A fin de cuentas, lo mejor es que decidirse por una u otra opción no nos haga sentir mal, Sino hacerlo con la mente puesta en la satisfacción, en el éxito de lo que queremos conseguir.
5: Evaluación para comprobar una buena toma de decisiones
Si tenemos que analizar la información previa a una buena toma de decisiones, ¿cómo no habrá que hacerlo para evaluarlas y comprobarlas? De hecho, este es el quinto paso. Con este punto contaremos con más experiencia y habilidades empresariales (seguro que en la oferta de formación para directivos actual hay más de un curso a este respecto).
Sin embargo, esta fase de evaluación y comprobación de las decisiones empresariales no es inmediata, hay que armarse de paciencia, como se aconseja en la publicación original. De manera que una vez superada esta fase, estaremos mejor preparados para empezar desde cero estos 5 pasos para una buena toma de decisiones cada vez que la realidad lo requiera.