La pandemia de coronavirus supone un duro golpe a más de un nivel, desde el sanitario hasta el económico, involucrando cambios sociales y productivos que han llegado de repente. Las empresas han sufrido cambios bruscos en su manera de trabajar y a pesar de todas las consecuencias negativas, la socióloga Alejandra Nuño cree que en el futuro la normalidad empresarial «será más sana» y que «paradójicamente, la pandemia acelerará el futuro del bienestar empresarial y social».
Según informa en una nota de prensa Everythink PR Boutique, la socióloga incide en que «la salud hoy en día está más relacionada que nunca con las nuevas tendencias empresariales, con un nuevo paradigma productivo y orden social, dando luz a una nueva fase del capitalismo, más consciente, inclusivo, sostenible y saludable porque nunca ha sido tan humano».
En opinión de Nuño, durante el siglo XX estuvo implantada la denominada sociedad de control o «sociedad disciplinaria» en referencia a Foucault. Durante este tiempo, el control sobre los individuos era externo e impuesto, con la proliferación de hospitales, cárceles o psiquiátricos, con un sistema dual «dentro o fuera». «Si estabas fuera, eras un criminal o un loco. El control era externo y tenía un sentido peyorativo, malo», describe.
Sin embargo, durante el el siglo XXI se vivió una evolución a la «sociedad del rendimiento», un progreso con el que según Nuño «las ciudades se llenan de oficinas, gimnasios, aviones, barcos y las personas pasan a ser agentes del rendimiento, se difumina la culpa, ya no se está ‘dentro o fuera’, sino que el control es autónomo, más dañino si cabe, donde si no se consiguen los objetivos individuales se pasa a ser un individuo frustrado o depresivo».
Aunque hay aislamiento, el sistema productivo «mejorará el bienestar»
Aquí, matiza Alejandra Nuño, el rendimiento es positivo y eficiente, siendo “más fácil el control a través del rendimiento que del deber”. Por ello, describe que esta sociedad del rendimiento conlleva un impacto en los individuos donde éstos están «agotados de la auto exigencia, falta de discursos éticos, carencia valores que otorgan sensación de pertenencia y, sobre todo, ofrecen serenidad, capacidad de espera, horizontes más allá del presente inmediato». Por otro lado, expresa que, la ‘desnarratización’ ética de la sociedad nos lleva a un vacío que condena a lo inmediato, aumentando «la necesidad de experiencias constantes, continua exigencia, más inmediatez, agotamiento».
La sociedad del rendimiento, en su opinión según se refleja en la nota de prensa, «se agrave» con la tecnología y el uso de las redes sociales. Esto conlleva «la supremacía del agotamiento por la exigencia de estar atados a una continua experiencia surrealista que tiene de todo menos humano». El motivo que da la socióloga es que «el multitasking no es humano», por lo que la sociedad moderna «va en contra de la naturaleza humana y cada vez se asemeja a una sociedad salvaje y anti sistema».
En este sentido, reflexiona que hasta la actualidad, habían surgido nuevos trastornos o patologías neuronales que no estaban en el pasado, y cita entre otros el Trastorno Límite de la Personalidad (TLP), el Déficit de Atención de la Hiperactividad (TDAH) o el Síndrome de Desgaste Ocupacional (SDO), pero que hasta ahora «no había ‘virus’. Por el contrario, según Nuño a día de hoy «estamos más aislados y hay más casos de suicidios al derivar en una sociedad agotada, moderadamente antinatural, de ahí el colapso social y productivo».
Eso sí, a pesar de que opina que esta situación se agrave «con el matiz de lo inmediato», en el futuro «el nuevo sistema productivo mejorará el bienestar de las personas sin renunciar a los resultados financieros».
Cómo es el nuevo paradigma productivo
En relación con lo anteriormente dicho, la experta explica que actualmente ha surgido un nuevo paradigma productivo-social que conlleva a un bienestar donde el teletrabajo aporta la capacidad de «calidad, deslocalización, lugares más saludables, más económicos, menos presión y mejor conciliación familiar«.
Tal y como recoge la nota de prensa de Everythink PR Boutique, Nuño afirma que «la tecnología permite automatizar procesos, mejorar la calidad de las personas ofreciendo un servicio a los demás, etc.. En este sentido, la economía del propósito llena de sentido la vida, otorga valores, le da sentido al trabajo, a las relaciones laborales, al ponerse al servicio de los demás, del bien común».
¿Qué significa esto? Para la sociólogo, que se desarrolla «un nuevo bienestar social que mejora el clima laboral y fomenta los valores de equipo» porque hay una unión en torno al bien común y a la aportación de valor a la sociedad. Es decir, que «otorga no sólo valores, sino que brinda la tan ansiada serenidad, naturalidad. A la paz, al descanso, al respeto de horarios, formas y formatos».
Como conclusión, Nuño considera que «en definitiva, la pandemia ha sido una aceleradora de un nuevo sistema productivo que pone a la vida en el centro generando empresas más inclusivas, sostenibles y saludables generando, por tanto, una sociedad mejor.