Me resisto a escribir este artículo desde la seriedad. Te advierto que no ha sido nada fácil tomar esta decisión. ¿Redactar un texto en un medio especializado sin datos, ni estadísticas, ni citas? ¡Vaya desfachatez! Y sin embargo, he aquí mi triunfo: lo he hecho. Un gran acto de valentía para el 8M. Porque esta es mi tesis radical: las mujeres tenemos que reconquistar el espacio de lo inútil, el derecho a la insensatez, al sinsentido, a la locura.
Decálogo de resistencia creativa para las mujeres del siglo XXI:
1- Resiste a las clases de cerámica: siento empezar desmontando tus planes de felicidad para este 2023, pero apuntarte a cerámica, a dibujo o a natación sincronizada no resolverá tu aburrimiento creativo, y la crisis de los treinta, de los cuarenta o de los cincuenta llegará arrollándote por la derecha cuando menos lo esperes. Para quitarte de encima las capas de polvo y yeso que te han caído tras años y años de vida adulta, necesitas mucho más que eso. Lo que te está pidiendo el cuerpo es vivir, actuar y comportarte de una forma más insensata.
2- Resiste al orden de prioridades: hay cosas mucho más importantes que la cita con el pediatra en las que tienes que pensar. ¿Cómo sonaría el aullido de Ginsberg sofocado por un cojín de plumas sintéticas? ¿Por qué es tan corto el paso del sueño delta al sueño REM? Si no tienes tiempo para ello, tu vida perderá sentido. ¡Las mujeres tenemos que reconquistar como sea el espacio mental de lo inútil!
3- Resiste al orden, en general: piensa en tus años más felices. Dudo que la ropa de cama estuviera perfectamente doblada en el armario.
4- Resiste a Shakira: este es, probablemente, el punto más peliagudo. Dosifica el entretenimiento mainstream. Embárcate en la subcultura. ¿Un truco? Ir a librerías especializadas de la ciudad a las que nunca hubieras ido. Entra y hazte con un libro, cuanto menos sentido tenga, mejor: la librería del amante de la naturaleza, la librería cristiana, de mangas, de cocina, de viajes… Desubicarse es un placer exquisito.
5- Resiste a la eficacia: es una trampa. ¿Hacer las cosas bien y rápido? ¡Qué camino tan aburrido! Haz algo en lo que seas sumamente ineficaz, como por ejemplo, pelar un kilo de patatas con un pelador viejo. ¡La magia estará servida!
6- Resiste a la coherencia: la coherencia es una limitación auto-impuesta sumamente absurda. Es como pensar y actuar bajo los mandatos estrictos del briefing de un cliente invisible. Piénsalo. Tienes la grandísima suerte de no ser una marca, por mucho que las redes sociales te empujen a pensar lo contrario. ¡El derecho a contradecirte es un regalo del cielo!
7- Resiste a las definiciones: algunas definiciones lo son por vicio. Por poner un ejemplo, un decálogo es, idealmente aunque no necesariamente, un texto de diez puntos, pero este tiene siete y no pasa absolutamente nada. Podría haber renunciado a llamarlo decálogo, y llamarlo heptálogo, pero me apetecía usar la palabra como apetece un cruasán de sobrasada. Digamos que me tomo ciertas licencias poéticas en mi forma de vivir y cuando he dejado de hacerlo, me he aburrido soberanamente. Y esa es, para mí, la clave de la creatividad. Permitirte licencias poéticas y ver que la vida sigue su curso sin reparar en tus nimiedades. Tu vida y lo que hagas no es tan importante, y esa es tu mayor baza creativa. El principio de tu auténtica libertad.
Tribuna de opinión escrita por Alba Kent, Directora Creativa de Ogilvy Barcelona