Seguro que te ha pasado más de una vez: escuchas un discurso, lees un artículo o ves un anuncio y piensas, “esto es de x marca o de x persona”. A esto se le llama coherencia de comunicación empresarial. Coherencia que forma parte de la esencia del negocio, de sus valores y de su manera de hacer y que llevan a que el cliente o potencial comprador reconozca la marca, independientemente del medio.
Esta coherencia aporta grandes beneficios para todo tipo de negocios, especialmente empresas de nueva creación, pequeñas y medianas, pero también para marcas que, llevando años en activo, comienzan ahora su visibilidad en diferentes canales de comunicación.
A continuación, te cuento el paso a paso para que tú también puedas trabajar en esa comunicación de marca y crear así un debate coherente.
Beneficios de la coherencia de marca
Esto ya lo sabes: los clientes no te compran por el producto o servicio que les ofreces, sino por cómo les haces sentir y por la forma en la que conectan con tu marca. Es precisamente por esta razón por la que trabajar en un discurso de marca coherente es básico, ya que te ofrece los siguientes beneficios:
- Los clientes te reconocen: y, por tanto, también te diferencian de la competencia, sabiendo cuáles son las características que acompañan a tu marca y que otros no tienen.
- Los clientes conectan con tu marca: reduciendo así las fricciones a la hora de comprar un servicio o producto, especialmente aquellas relacionadas con el valor del mismo o la falta de tiempo para consumir un infoproducto, por ejemplo.
Pasos para construir un discurso de marca coherente
Aunque en algunos casos los pasos pueden ser modificados en función del tipo de negocio, para construir un discurso de marca coherente necesitas:
- Ten claros tus valores de marca: porque en función de los mismos, tu marca hablará de una manera u otra. Por ejemplo, si uno de los valores insignia de tu negocio es la fiabilidad, tanto la voz como el tono de marca tendrán que reflejarlo.
- Define cómo quieres que tu marca sea percibida: siempre teniendo el foco en el punto anterior y desde la más pura sinceridad, define cómo quieres que tus clientes y la competencia perciban tu marca. Ten en cuenta que hablan más de ti tus actos que tus palabras. Tener presente qué arquetipo de marca eres te ayudará a definir este punto.
- Define cuál es la voz de tu marca: es decir, cómo habla tu marca y que también está relacionado con el punto anterior. No es lo mismo un perfil autoritario que el del amante. La voz de marca nunca cambia, independientemente del medio que se emplee para emitir un discurso.
- Define cuál es tu tono de marca: al contrario que en el caso anterior, el tono sí que se adapta al medio, porque no es lo mismo hablar en radio, que comunicarte a través de un medio escrito como un periódico diario. El tono también se adapta al tipo de público al que te diriges en ese caso concreto.
Esto en cuanto al lenguaje oral o escrito, pero la comunicación también es visual y, por tanto, todos los puntos anteriores han de estar reflejados también en ese apartado. Por ejemplo, si tu marca es cuidadora, tendrá una voz de marca cercana y cariñosa, asociados a colores alegres, tranquilos como, por ejemplo, un color verde, naranja, pero jamás a colores como el azul marino, el rojo o el negro, que son colores que representan otros valores de marca.
El manual de identidad de marca
Es el documento en el que vas a reflejar todos los puntos anteriores, tanto la identidad verbal, como la identidad visual. Elaborarlo te ayudará a tener siempre presente cómo han de comunicarse todas las personas que formen parte de tu negocio, independientemente del medio que elijas.
Esto implica desde la persona que atiende al teléfono, pasando por la que atiende a las personas que llegan a la oficina, los comerciales y resto de trabajadores. Por eso, asegurarte de que tus trabajadores lo conozcan y sepan aplicarlo, forma parte de las responsabilidades del departamento de recursos humanos, en colaboración con el de comunicación y marketing.
Y, por supuesto, es algo que tienen que tener siempre a mano aquellas personas que gestionen la comunicación del negocio, tanto las internas como las externas (las que subcontratas). Un documento que, a su vez, recoge aquellos términos con los que se desea que la empresa sea reconocida y asociada, pero también aquellos con los que no queremos que se nos asocie.
Ahora sí, ya tienes los pasos básicos para que tanto tú, como las personas que trabajan en tu empresa, puedan crear un discurso coherente de comunicación de marca, que te ayude a diferenciarte y a destacar con respecto a la competencia.
Artículo redactado por Noelia Jiménez, fundadora de Redactora.net