Por Beltrán Seoane, Director de agencias de Facebook para España y Portugal
A finales de año, la revista Time nombra a la persona, idea, o incluso objeto que haya tenido el mayor impacto en el mundo como su “Persona del Año”. Este año en particular, hay muchos candidatos merecedores de esta distinción. Sin dudas el más digno de este reconocimiento es al personal médico que tanto ha sacrificado para mantenernos seguros durante la pandemia.
Sin embargo, desde mi punto de vista, también se podría considerar reconocer el valor y el sacrificio de esas personas que se aseguraron de que hubiese comida en nuestras mesas, que pudiésemos contar con suministros de limpieza y que ayudaron a mantener la economía a flote. Si pudiera repartir el premios a mi persona del año sería para: los propietarios y empleados de las pequeñas y medianas empresas, más conocidas como “pymes”.
Tres desafíos de las pymes
En marzo, cuando la pandemia obligó por primera vez a todos permanecer en casa alejados unos de otros, no estaba claro si la economía mundial sobreviviría y cómo intentaría superar este obstáculo. Frente a esta gran incertidumbre, los propietarios y empleados de las pymes se pusieron manos a la obra.
Desafío #1: Rediseñar las tiendas
Se permitió a las empresas que se consideraba «de primera necesidad» permanecer abiertas a los clientes, pero rápidamente tuvieron que encontrar una forma de rediseñar su entorno y aplicar nuevos protocolos para las tiendas físicas, garantizando una compra segura. Las tiendas de alimentación y las farmacias modificaron sus pasillos para permitir un paso más seguro e instalaron estaciones de desinfección de manos en todos los establecimientos. Todos los sectores de la economía, prácticamente de la noche a la mañana, comenzaron a reorientarse en un nuevo mundo en el que casi todos tuvimos que teletrabajar, ya que no podíamos reunirnos en espacios cerrados.
Desafío #2: Transformación digital y ayuda en línea
Además de encontrar nuevas formas de mantener la seguridad en las tiendas físicas, muchas pymes también se enfrentaron al reto de trasladarse al espacio online. Mientras que la era del ecommerce se había previsto desde hace algún tiempo, las pymes de todo el mundo finalmente se vieron obligados acelerar ese proceso. Muchas personas también han usado Facebook, Instagram y WhatsApp para apoyar a los pequeños negocios ya que les preocupaba su supervivencia.
Desafío #3: Nuevos negocios
Muchos propietarios de pymes vieron en este año difícil una gran oportunidad para iniciar un nuevo camino y responder a las nuevas demandas sociales. Lograron adaptarse al entorno cambiante, estando atentos a las nuevas necesidades de las personas y volcándose en el mundo digital para encontrar nuevas soluciones.
Una vista al futuro
Tarde o temprano, veremos el fin de esta pandemia. Esta no ha sido la primera ni tampoco será la última. Finalmente, encontraremos el camino de vuelta a algo parecido a la normalidad y con suerte lo alcanzaremos por una vía con menos sufrimiento y dificultades que con las pandemias anteriores.
Aun así, no todo volverá a ser como antes. Seguiremos viendo a las pymes haciendo negocios online. A medida que la tecnología y las conexiones mejoren, la conectividad que nos ofrece Internet continuará desbloqueando el comercio digital en nuevos sectores a nivel global.
Cuando esta pandemia sea cosa del pasado, una cosa que quedará clara es que le debemos mucho a la gente que posee y opera los negocios que se encargaron de que tuviésemos comida, refugio y que nos ofrecieron productos que nos mantuvieron seguros y entretenidos: los propietarios y empleados de nuestras pymes.