La organización cuya finalidad es la de propiciar beneficios económicos o comerciales se denomina empresa. La tipología de empresas existente es amplia, existiendo diferencias según los objetivos a cumplir y las necesidades.
En este sentido, Iberinform, la empresa especializada en crear soluciones para hacer crecer los negocios, ofrece la información que a continuación se expone en referencia a una clasificación general y básica de las tipologías de empresas.
7 tipos de empresas y su clasificación
Existen 7 tipos de empresas atendiendo a su clasificación; por sector, tamaño, ámbito de actuación, forma jurídica, cuota de mercado, procedencia del capital y por su esquema laboral. A continuación, se lleva a cabo una breve descripción de cada tipología de empresa y su clasificación.
1.- Por sector
Según el sector en el que la empresa desarrolle su actividad existe una primera clasificación, la cual hace referencia al segmento en el que se lleva a cabo una división de las actividades productivas y económicas, dividiéndose en cuatro posibles.
Sector primario
En este se incluyen las actividades relacionadas con la agricultura, ganadería, pesca, apicultura, explotación forestal, silvicultura, apicultura, etc., es decir, la recolección, extracción y transformación de recursos naturales.
Sector secundario
Transforman la materia prima en productos de consumo o bienes, como puede ser la artesanía, industria, energía y construcción.
Sector terciario
Dedicado a ofrecer servicios como hacen los comercios, las comunicaciones, las finanzas, el turismo, los servicios públicos, etc.
Sector cuaternario
Su característica es el conocimiento: mecanización de acciones, comunicaciones, tecnología, educación, investigación, etc.
2.- Por tamaño
4 son las divisiones en las que se puede presentar una empresa según su dimensión. La microempresa está conformada por menos de 10 trabajadores y su facturación o balance no han de superar los 2 millones de euros.
La pequeña tiene un número de entre 11 y 49 y su facturación o balance han de ser inferiores a 10 millones de euros. La mediana asciende hasta un equipo de trabajo de entre 50 y 249 empleados, con facturación inferior a 50 millones o balance inferior a 43 millones de euros. Y por encima de los límites de la mediana, tenemos a la gran empresa.
3.- Por su ámbito de actuación
Esta clasificación va a depender del ámbito geográfico sobre el que la empresa ofrezca y realice sus actividades. Puede ser local (dentro de una localidad), nacional (todo el país), multinacional (en diferentes países) y transnacional (constituida en más de un país).
4.- Por su forma jurídica
Se refiere a la identidad por la que cada empresa tiene una forma legal, según la cual va a poder tener un capital determinado, un número de socios y un reparto de responsabilidades. Las formas jurídicas más comunes son; la persona física (autónomo), cooperativa (creada para cubrir necesidades de los propietarios), sociedad comanditaria (con responsabilidad ilimitada o limitada dependiendo del tipo de socio), sociedad limitada (donde los socios solo responden por el capital aportado a la compañía) y sociedad anónima (donde igualmente los socios solamente responden por sus aportaciones al capital).
5.- Por su cuota de mercado
Este concepto se refiere al porcentaje que la empresa tiene de un mercado con sus ventas, estableciéndose en función de las ventas totales producidas durante un tiempo y zona determinada. Las empresas se clasifican en aspirantes (estrategia para ampliar cuota), especialistas (condiciones de monopolio), líderes (marcan la pauta en precio, diseño, logística, etc.) y seguidoras (sin repercusión importante en el mercado).
6.- Por la procedencia de su capital
Según la gestión que se realiza del capital obtenido y de dónde procede se lleva a cabo esta clasificación. Se diferencia entre empresa privada (el dinero proviene de inversiones realizadas de forma particular), empresa pública (el capital se recibe desde las arcas del Estado) y empresa mixta (inversiones de capital público y privado).
7.- Por su esquema laboral
Esta clasificación atiende a los modelos de colaboración que se establecen en las empresas. Pueden ser a partir del trabajo presencial, cuando las actividades propias del puesto se llevan a cabo dentro de las instalaciones de la empresa, y trabajo en remoto o en modo online, adaptado a un trabajo flexible en el que los empleados llevan a cabo las labores necesarias desde su propia casa. Por último, también puede darse un esquema laboral mixto, donde se producen turnos en los que se combinan la forma remota y la presencial según las necesidades del trabajador o de la empresa.