A la hora de crear un sitio web, ya sea que se trate de un blog para ventas o un medio de actualización permanente, el hosting es una parte fundamental para que todo salga tal y como lo planeábamos. Es por ello que en el siguiente artículo hablaremos de los distintos tipos de alojamientos web y cuál es el mejor en relación a nuestras necesidades.
Los continuos avances tecnológicos siguen impactando de lleno en la forma de pensar los negocios por parte de los emprendedores y empresarios, ya que sin dudas el e-commerce es uno de los grandes protagonistas de la actualidad. Para su correcto funcionamiento, claro, es necesario saber a fondo qué elementos convierten a una página en operativa y funcional para que no perdamos ninguna venta ni ningún posible nuevo cliente o suscriptor, dependiendo de cuál sea la especialidad de nuestra firma.
En ese sentido, el hosting es un factor fundamental, ya que determinará que nuestra página web se encuentre activa el mayor tiempo posible, así como que también cargue de forma correcta y rápida todo su contenido. Después de todo, hay un dicho certero en el marketing web: internet no da lugar a segundas impresiones ni oportunidades.
Así entonces, contar con un alojamiento web de calidad será ese salto que nuestra empresa o emprendimiento necesita para dar una imagen de seguridad, solvencia y transparencia que todo cliente necesita antes de contratar un servicio o pagar un producto. ¿Qué tipos de hosting existen y cuál es más conveniente?
Clases de hosting
1.- Hosting Compartido
Es quizás el más conocido ya que es el que eligen todos los sitios online cuando recién comienzan. Tal y como indica su nombre, se trata de un servidor que aloja a distintas páginas, compartiendo así los mismos recursos: procesador, dirección IP, ancho de banda, CPU, transferencia de datos que se envían, entre otros.
Ventajas: su principal ventaja es su valor, ya que se trata del más económico del mercado. Al mismo tiempo, es el más sencillo en su utilización, lo cual resulta muy conveniente para sitios web que dan sus primeros pasos.
Desventajas: al compartir los mismos recursos, si una página web tiene un problema, puede afectar al resto. Se pueden tomar menos decisiones en general, así como también se corren más riesgos de saturación, caída o lentitud. Por ello, es recomendable cuando nuestro tráfico aún no es demasiado abultado.
2.– VPS o Hosting Privado Virtual
Este hosting se caracteriza por ser un mismo servidor físico, pero que se divide de manera virtual, lo que resulta en que cada proyecto alojado allí tendrá sus propios recursos. Esto, por supuesto, significa un avance en relación al hosting compartido, ya que cualquier problema con otro sitio web dentro del mismo servidor físico no afecta a nuestro proyecto.
Ventajas: es posible tomar más decisiones respecto al funcionamiento de nuestra página como el uso de la memoria RAM asignada a nuestro proyecto, así como también la independencia ante problemas de proyectos ajenos al nuestro como ataques de virus o falta de memoria. A su vez, sigue siendo una opción relativamente económica en relación a un hosting dedicado.
Desventajas: si bien contamos con nuestros propios recursos, siguen siendo limitados. Para proyectos pequeños, su valor puede ser significativo, además de contar con un grado mayor de dificultad en su aplicación e instalación. Se recomienda para un proyecto en crecimiento sostenido.
3.- Servidor Dedicado
En este caso, el servidor dedicado es de uso exclusivo de un cliente o proyecto, es decir: el servidor físico y sus recursos son nuestros. Esto ayuda, también, a que se puedan cambiar algunas cuestiones para ajustarlas a nuestras necesidades.
Ventajas: el rendimiento será óptimo, ya que no se ve afectado por el tráfico ajeno. Suele tener mayores índices de funcionamiento. Se pueden tomar muchas decisiones, ya que se cuenta con mayores recursos. A su vez, otorga un nivel de seguridad mayor que las anteriores opciones.
Desventajas: su costo es bastante elevado, sobre todo para un emprendimiento pequeño. Su dificultad también es mayor, por lo que se requieren conocimientos previos para utilizarlo. Es por ese motivo, que su uso se recomienda para grandes proyectos que tengan una base sólida de negocios.
4.- Cloud Hosting o Nube
Por último, el más moderno de los servidores, el cual aloja proyectos en servidores distintos interconectados por las nubes. A su vez, puede ser compartido, virtual o dedicado.
Ventajas: al distribuirse entre distintos servidores, es más seguro que el dedicado. Por otro lado, es más fácil de adaptar a los requerimientos de nuestro proyecto.
Desventajas: también se requiere de conocimientos previos para usarlo. Es más costoso y al variar sus recursos, el valor puede variar de un momento a otro. Al mismo tiempo, la transferencia de datos entre países está más regulada. Este modelo de hosting es el más elegido por proyectos de mayor envergadura, como Software de servicios (SaaS).